Tuve ocasión ayer,finalmente,de oír,a través de diversos medios televisivos a Ada Nicolau.
Hizo que me sintiese bien.
Es una mujer joven,emplea bien el lenguaje y habla con verdad.Algo insólito en estos tiempos.
Si este es nuestro relevo generacional,tengo fe,tengo esperanza.
La incalificable conducta de los políticos con la banca,sencillamente,me supera.
Es tan indignante,tan servil,tan atroz.Es como el dragón de las leyendas,todo lo quema y destruye sin que sepamos muy bien el porqué.
Esta banca recuerda un poco a determinados funcionarios tras la ventanilla,utilizan su puesto de trabajo como si fuese de su propiedad.Son serviles con el poderoso y prepotentes con el que esta bajo su bota.
No entiendo que a estas alturas de curso se sigan utilizando leyes que nos retrotraen,no a comienzos del siglo XIX,llegan a remontarse al feudalismo medieval,pues esa forma de tratar a las personas es la misma que entonces se utilizaba con los siervos.
Doy por hecho que la basura compartida por finanzas y partidos es tremenda,de ahí esta tardanza y retorcimiento a la hora de enmendar desafueros tan brutales como los que estamos viviendo.
Ni todo es paja ni todo es oro,pero que me expliquen porque no se asume como lo más justo,lo más honesto,la propuesta de los jueces presentada hace poco.
Se atiene a derecho,justicia y humanidad.
Estoy con los que salen a la calle cada día,firmo todos los apoyos que contribuyan a aminorar su situación.
No sé ustedes,pero yo cada día veo con mayor optimismo el hecho de la rebelión ciudadana.
Es como si estuviésemos saliendo de un largo sueño lleno de pesadillas,cuando la luz del día nos llena de energía y evidencia que fue eso,una pesadilla.
Lo que sucede es insólito,nuevo,distinto.
Estamos escribiendo páginas nuevas en el libro.
Mientras más frases añadamos ,mejor.
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