Al hilo de lo mucho y malo que acontece,me viene a la memoria aquel tiempo en que estudiaba a más y mejor la Teoría del Estado y sus diversas interpretaciones.
Este comentario viene a cuento de lo que estamos viviendo en España,hace ya un tiempo,pero desde hace meses con una propulsión acelerada de acontecimientos.
Estado y Nación son conceptos decimonónicos surgidos en un momento de convulsión social en Europa.A nuevos tiempos,nuevas formas.
Los grandes ideólogos de la época son en su mayoría alemanes,mejor,germanos,todavía no se había definido el mapa actual de los Estados europeos.
Es importante recordar que en los territorios germanos los lands,sistema de autogobierno federal en mayor o menor medida,se impone a otras tendencias de la época,y vienen dados por el pasado social y económico de la zona .La parte política se demoró un tiempo.
El sistema se extendió, y se aplicó en función de la idiosincracia y circunstancias concretas de cada región.
En todo este extensísimo e importante periodo de tiempo,nacieron naciones y estados nación,pero a excepción de notables pensadores que tomaron sobre si la carga del cambio,si algo se hizo evidente fue la falta de liderazgo.
Líderes hubo,con mayor o menos fortuna,con principios éticos unos y con carencia total otros.
Lo que prácticamente no se ha producido en más de 150 años,es la figura del estadista.
Hoy como ayer estamos en las mismas,políticos,politicastros,paniaguados y clientes en una amalgama notable,pero estadistas no,o para ser exacta,hemos tenido dos en los tiempos actuales,y así les fue.
Adolfo Suarez y Felipe González,desde mi óptica, son la excepción a la regla.
Con limitaciones,indudablemente,como todos,pero mirando más allá de sus intereses,teniendo al Estado en la cabeza antes que sus tendencias particulares.
Mirando por y para el bien de la mayoría.
Dentro de unos años,cuando se escriba sobre este periodo de nuestra historia,con muchos papeles descalificados,con acceso a las fuentes,conoceremos como se tejió la urdimbre de este presente.
Actualmente tenemos mucho de lo otro y poco o nada de esto.Esa es nuestra tragedia,porque personas como estas no crecen en los prados o en los bosques animados.Son escasas,no se conoce bien como surgen,y su evidencia más llamativa es que después de ellos nada es ya igual.
Resulta asombrosa la degradación democrática que vivimos,la rapidez del deterioro,la falta de grandeza de nuestra clase política.
En contraposición,los ciudadanos son cada vez más libres,más conscientes de sus derechos,más solidarios y generosos.
Esto da lugar a una nueva clase social inexistente hasta hace poco,al menos así lo creo,la del sujeto político,el animal político aristotélico.
Es curioso comprobar cuanto tiempo ha sido necesario para que se pueda aplicar este término adecuadamente.Una eternidad.
De los que ahora estamos sumergidos en la marea,nacen cada día propuestas e iniciativas inteligentes,creíbles.
El viento nos dispersa continuamente,y otra vez volvemos a reunirnos.
Vivimos un periodo muy crítico desde diversos puntos de vista,pero tenemos evidencias,la mayor de ellas es que el lobo ya no ronda pero intentan que creamos que si.
De esta forma seguirán siendo necesarios pastores y perros guardianes.
De lo que ahora hemos de levantar,un consejo,reconstruir,refundar,implica un modelo preexistente,en este caso,los dictámenes de un dictador sangriento y su corte de buitres.
Esto no vale,lo que se haga ha de ser diferente,nuevo,como decían los del 98,siete llaves al sepulcro del Cid.
Atrás los mismos perros con diferente collar,sobran,están enfermos y son contagiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario