sábado, 10 de enero de 2015

LIBERTAD,ESCRIBO TU NOMBRE EN LAS PAREDES DE MI CIUDAD,DIJO EL POETA

Una tragedia ha sacudido a Francia.
Pasado el primer impacto brutal,por la forma en que murieron estas personas en la segura Europa,comienzan a aparecer diversidad de opiniones respecto a la revista y su estilo habitual.
Como parte de lo aprendido,vaya por delante que la sátira existe desde muy antiguo,la sátira en imágenes tiene menos recorrido,pero también.
El siglo XIX europeo,occidental,fue de una inusitada riqueza en la imagen satírica,coincidente con los grandes movimientos sociales que cambiaron el mundo.
La imagen la entendían todos,la escritura era todavía  bastante restringida.
Con esta larga y exitosa andadura no es de extrañar que se perpetue en el tiempo con mayor o menor fortuna.
La muerte nos rodea por todas partes,cada día amanece con la noticia de una nueva matanza.
De Medio Oriente no se puede decir ya más.Las palabras se agotan ante tanto odio de unos y otros,de las víctimas y sus verdugos. Cada uno con los nombres y cantidades que se quiera,son muchedumbre.
La injusticia como forma de vida generalmente aceptada no es fácilmente erradicable en la Humanidad,demasiados siglos de infamia nos preceden.
La ejecución en masa que  ha supuesto la matanza de París es una faceta más de la inmensa lacra que arrastramos.
Prefiero la escritura a la imagen a la hora de satirizar.supongo que condicionada por mi propia estética
En la caricatura la imagen es fácilmente escatológica,en los textos también,pero tienes mayor capacidad de expresión por la palabra en si.
Un tema a tratar, los límites de la imagen en los medios,todos los medios,da lo mismo que hablemos de cuerpos que de dibujos más o menos ingeniosos.
La libertad de expresión es irrenunciable,pero no tengo tan claro que todo valga.
Así que se plantea la duda de hasta donde se puede llegar sin herir en demasía al otro,algo que necesito medir constantemente cuando me siento ante el papel en blanco.
 
Respetar al máximo las diversas creencias es un deber,también lo es el intentar comprenderlas.
 
La gratuidad de la muerte es aterradora,sea en Nigeria,París o Yemen.
Nada es casual,todo tiene una correlación.
 
El que las sabandijas de turno,léase fundamentalismos diversos y partidos políticos excrementales,saquen tajada de la situación es tan criminal como las muertes en si.
Carroñeros de la basura,intentan que todos quedemos cubiertos por su hedor.
 
Esa es nuestra libertad,el negarlos,arrojarlos fuera de nuestras vidas.
Van a seguir ahí,intentándolo una y otra vez.
De nuestra convicción y fortaleza depende que no contribuyamos a seguir llenando los campos de muerte y lágrimas.
Descansen en paz.

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