Todavía conmocionada por los sucesos de ayer,en París y Yemen.
Diferentes caras de la misma moneda,baños de sangre para matar la esperanza.
Planteemos un mundo sin esperanza,sería igual que un infierno,sin futuro,sin salida,todo vale.
Hace años ya que en Medio Oriente se ejerce el asesinato diario de la esperanza.
Se hace matando a los jóvenes en cola para ingresar en una Academia,con los que estudian,Malala.Negándoles lo más elemental,como alimento y cobijo.
Destruyendo a los que se resisten a la tiranía,sea religiosa,económica o étnica.En estos dos últimos apartados Europa y Norteamérica se llevan todas las medallas.
Las muertes de ayer en Paris son una manifestación más de ese aniquilamiento de la esperanza,y con ella la posibilidad de libertad personal,social.
El fin de la Ética.
Y con ella la salida a la luz de nuestros peores monstruos.
En nuestra mano esta el conjurarlos.
A las puertas del Averno,ya los griegos decían "Abandonad toda esperanza"
Lo tenían claro,al igual que nosotros.
Ignoro cuantos más han de morir de forma brutal para que el mundo entero reaccione de una vez por todas.
Solamente la Justicia y la Equidad nos pueden salvar de la destrucción total.
No podemos reconstruir el pasado,rehacer tantas vidas destruidas por la codicia sin freno de Occidente,y no solamente Occidente,por hablar solamente de los últimos años,pero si podemos y debemos intentar reparar tanta injusticia,nos va en ello la supervivencia.
Como escribo tantas veces,si estos mercaderes avariciosos no lo hacen por justicia,que lo hagan al menos por egoísmo.
Existe un repertorio casi interminable de formas de matar cuerpos y espíritus.Nos hemos convertido en grandes maestros.
Decidamos de una maldita vez si queremos avanzar o,definitivamente,salir a la calle y emprenderla a tiros con todo y con todos.
Las grandes tiranías comenzaron y continúan con la táctica de la aniquilación de la esperanza.
Ustedes verán.
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