viernes, 31 de enero de 2014

UN BONITO CUENTO SOBRE EL EDIFICIO ESPAÑA

Hoy,que se dan datos sobre el edificio España y el uso que pretende darle el Santander,me viene a la memoria una anécdota que me contaron hace años Blas de Otero y Sabina de la Cruz.
En la dictadura,la secreta estaba por todas partes,iban más o menos de uniforme,con unas gabardinas tipo inspector Gadget para que no se les notase tanto el pistolón.La zona de Princesa y la Universitaria estaban siempre concurridas por esta tropa.
Blas de Otero y su compañera,Sabina,eran activistas arriesgados,difundían en la medida de lo posible, octavillas de propaganda contra la dictadura.
Esto me contaron del edificio España.
Durante años hubo un hotel de lujo allí,con piscina en el ático.La gente no solamente iba por la piscina,también por las hermosas vistas,más de una vez lo hice.
Ellos subían a la terraza,se acercaban a la barandilla y hacían como que admiraban el paisaje,pedían un refresco con mucho hielo y ahí venía la proeza.
Sacaban un puñado de octavillas que llevaban ocultas en la chaqueta,se apoyaban en el borde de la barandilla,hacían como que bebían y charlaban,y con disimulo y riesgo iban poniendo los trozos de hielo sobre el fleje de papeles,de forma que actuasen como un pisapapeles.
Una vez completada la operación,bajaban a la calle rápidamente,antes de que nadie percibiese la treta.El hielo se derretía,los papeles volaban, impulsados por el viento que siempre sopla a esa altura,y cuando se montaba el revuelo por las octavillas ellos ya estaban en la calle como si no pasase nada.
Valor,imaginación y mucha moral.
Los recuerdo como una pareja admirable.Blas de Otero es un de mis poetas preferidos.
Un pequeño homenaje a aquellos años en que ser Demócrata era  alto riesgo.

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