RASHOMON Y OTROS DELIRIOS

El cuento japonés, que tiene antecedentes en otras culturas,puede ser un buen ejemplo de los sucesos que vivimos en estos días.

Cada cual da su versión de una única verdad en función de lo que cree haber visto o de lo que le interesa contar.Pero la verdad,tozuda y perseverante se mantiene ahí,abierta y sencilla para quien la quiera ver.

Hablamos lo mismo de una pandilla de asesinos que se autolegitiman con sus"verdades",que de unos ministros incapaces donde los haya,que de unas personas que usan y abusan de su posición, para después asombrarse de que alguien les reproche su acción.

Lo escribo todo casi sin separación gramatical por evidenciar el grado de contubernio que existe entre todas las conductas espúreas,vengan de donde vengan y estén donde estén.
Como Rashomon,cada uno cuenta su verdad en función de sus intereses,porque nada aquí es inocente.
La verdad no interesa,la mentira reina totalmente.
Resulta tan repulsiva y deleznable toda esta jauría depredadora ,que se agotan los adjetivos para definir la situación-nes y el muro de impotencia se hace gigantesco.
Pidamos,invoquemos a la Justicia,pero esta vez reforzada por la dignidad,la honestidad y la ira.
No merecen menos estos desechos.