Es necesario escribir sobre las personas a la hora de analizar lo que esta sucediendo en Egipto y Turquía.
Dos grandes países,dos grandes culturas.Una población más que estimable desde todos los puntos de vista,viven tiempos de zozobra social y económica debido al afán de poder y control de dos personalidades ávidas y autoritarias.
No perdamos de vista un hecho importante.
El primero llega al poder después de un largo proceso de corrupción política que descompuso el Estado y llevó a la radicalización social en su punto más vulnerable,la utilización del hecho religioso como herramienta de poder.
El segundo,se alza con el poder aprovechando la desunión reinante entre las fuerzas que llevaron la iniciativa de la Revolución contra Mubarak,acciones en las que el pueblo egipcio puso de manifiesto una voluntad de cambio y una resistencia realmente heroica.En este proceso,largo y doloroso,los Hermanos se abtuvieron, quedando a la espera de resultados para definir su juego,lo que se llama cobardía y cinismo en buen lenguaje.
Lo que esta pasando en ambos países,Tahrir y Taksim,definen muy bien la situación.
Tanto Erdogan como Morsi han desaprovechado una situación digna de la Historia con mayúscula,para llevar hacia a delante a sus sociedades y mejorar sus condiciones económicas.
Erdogan ha encubierto su autoritarismo durante años revistiéndose de un manto de moderación que le permitió encubrir su identidad ,tanto dentro como fuera del país,aunque ya resultó sospechosa su maniobra con Gül para perpetuarse en el poder,algo que,desgraciadamente, parece ya oficialmente incorporado a las tácticas políticas contemporáneas.
Morsi,no tiene la capacidad política de Erdogan ni su sinuosidad, puso pronto en evidencia cuales eran sus intenciones y las de los Hermanos.
Uno y otro infravaloran a sus pueblos,desafian a la realidad y entontecidos por sus egos,con equipos de gobierno sometidos a sus mandatos en la mejor tradición dictatorial,olvidan el drama del desastre económico y lo que esto acarrea.
No se mueven para intentar aliviar la situación social que trae consigo el hambre y el desempleo,y atienden solamente a sus intereses.
Han dividido en dos a sus países,azuzan el odio entre hermanos,Enfrentan.
Todo dentro de sus parámetros de poder.tal y como corresponde con lo que ya se puede definir como una dictadura con el perfil torticero y manipulador que las caracteriza.Con la mentira en el lenguaje y los hechos.
Enfrente tiene un escollo importantísimo,la sociedad egipcia y la sociedad turca,no se dejan amilanar,resisten e insisten.
Estos malos gobernantes al parecer desconocen su historia,la de los pueblos que intentan controlar.
Espero y deseo que muy pronto podamos hablar de cambios a mejor,que el diálogo y la concordia se imponga a los fundamentalismos que solo llevan a la destrucción y a la nada.
Sigo en Tahrir y en Taksim.
Inshalláh.
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