Hoy se celebra,conmemora o festeja el aniversario del nacimiento de la constitución española de 1978.Nacimiento muy azaroso,desarrollo fallido y presente penoso.
Cuando se redactaba aquella Constitución algunos andábamos por el CEC,traduciendo Constituciones para Revistas especializadas.
Nunca le ví el más mínimo interés al trabajo de la traducción,amen de servir como elemento formativo para estudiantes.
Por circunstancias personales estuve muy cerca de algunos de los ponentes,así como de los responsables posteriores en el Senado,encargados de sugerir o modificar algunos apartados.
Lejos aquellos días de la carrera de obstáculos que es actualmente la Cámara.
Por resumir,asistí en calidad de oyente a algunos debates entre las partes.
El llamado cuerpo constitutivo apareció diseñado desde un principio en sus líneas generales,todo pactado y bien pactado.Diría que la idea general es que no diese pie a los del sable para alborotar o algo más.
Respecto a matices,puntos y comas,se produjo un curioso fenómeno de diálogo infinito acerca del significando de variar un punto o una coma.Pareciera que el centro estuviese allí,no en el fondo,solo en la forma.
Algunos de sus ponentes,caso de Jordi Solé Tura o Gregorio Péces -Barba eran notables profesores de Derecho.Hablando años después con Jordi,a quién me unió una cordial relación,reconocía lo que era obvio,las líneas generales se dieron ya escritas.
Una Constitución es el conjunto de normas que se dicta un pueblo a fin de sistematizar el uso y disfrute de sus leyes,refrendadas posteriormente por el conjunto de los habitantes del país correspondiente.
De ahí derivan varias circunstancias,tal es el caso de las Constituciones que tienen su origen en las llamadas Leyes Consuetudinarias o las que se dictan para crear normas de convivencia a partir de circunstancias concretas,tal es el caso.
De las Constituciones que hemos tenido en España,la más y mejor definida es la de 1812.
Cierto es que nos estrenábamos en esto de la libertad social,que el tiempo precedente había sido muy siniestro,y que algo tan básico como el aprendizaje del pueblo no solo era imposible,estaba vetado por imposición de la clase dirigente,por aquello de cercenar el uso del entendimiento y su desarrollo lógico.
El cómo terminó aquello quedo recogido en una playa del Sur,con Torrijos y sus compañeros muertos sobre la arena.Los que pudieron escaparon,afrancesados y liberales,de los de verdad,no esta patulea al uso de la actualidad.
La II República aportó muy poco al sistema,y solo duró dos años,ya entonces el Bipartidismo había instaurado una forma de gobierno muy conveniente para los dos partidos que se alternaban en el poder,muy en línea con la idea de que"algo cambie para que todo siga igual"
Después de una Guerra Civil,cientos de miles de desaparecidos,la brutalidad de los fascismos y una larga dictadura,llegamos al año 77 y el tímido intento de un cambio hacía una Democracia real.
Los vientos eran otros,para unos no existíamos,para otros,representábamos intereses estratégicos que aconsejaban la apertura política,en medio,nosotros,los ciudadanos de este país atormentado como pocos.
Aconsejo como muy importante conocer el papel jugado por parte de las potencias occidentales en todo el siglo XIX y XX español,no tiene desperdicio.
Así pues,llegamos al año 77-78 y asistimos a la redacción de una Constitución larga,prolija y a todas luces excesiva en la redacción.Consecuencia natural de unos grupos políticos que estuvieron más pendientes de controlar al de al lado que de redactar un manifiesto que englobase a todos los españoles,y diese pie a un diálogo constructivo.
Algunos no votamos aquella Constitución.Tampoco votamos el sistema político impuesto por el dictador en el año 66,según dicen fuimos unos 70.000,pocos para tanto a repartir.
Una Constitución justa es algo así como un inmenso tesoro que garantiza el desarrollo próspero de una sociedad.La del 78 nació viciada de oficio.Y me atrevo a decir que lo hemos sufrido desde sus inicios.
La segunda parte de esta historia es que a pesar de conocer sus defectos y limitaciones la hemos puesto en un pedestal,unos,para continuar perpetuándose,otros,porque la herida de la Guerra Civil tardó mucho tiempo en cerrar,y no queríamos que se reabriese.
Bien es verdad que en los corrillos siempre dijo que se iría modificando en razón de las necesidades sociales.Sistema Federal que equilibre diferencias zonales,equidad en el reparto,etc.Una mentira más en un océano de ellas.
Una Constitución es un Contrato Político-Social,no hay que sacralizarla,hay que cumplirla,y variarla en función de nuevos tiempos y circunstancias,siempre con el refrendo del pueblo.
No se ha dado opción a un Referendum que podamos votar libremente,sobre algo tan importante tal cual es la Forma de Estado,el reparto en un Sistema Federal y una Justicia Social que garantice la dignidad de las personas,esto último recogido en varios apartados del texto,pero jamás cumplido ni con mínima intención de llevarlo a cabo.
Así pues,nos encontramos al comienzo del camino,con una fachada muy decorada,hecha de yeso,perfectamente deleznable y fácilmente soluble,a conveniencia de los pesebreros de siempre.
Algo que se debe reseñar.En las atribuciones de la Jefatura del Estado no figura el sistema de herencia institucional,ello es debido a que entonces estaba muy claro que hasta ahí no se podía llegar. En aquellos momentos,resultaba excesivo aún para los asesores en la sombra,podía provocar alteraciones en un futuro más o menos próximo.Todo atado y bien atado.
Los que no hemos votado la Constitución del año 78, esperamos durante años la posibilidad de poder decidir libremente sobre su texto.
Hace tiempo que renunciamos,hemos pasado a ser Indignados,Rebeldes y Denunciantes de un Sistema Político chapucero,mendaz y a todas luces injusto para Nosotros,el Pueblo soberano.
Se utiliza uno de los más viejos trucos de la estrategia militar,la guerra de desgaste.
De nosotros depende el continuar soportando tanta iniquidad.
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