Suceden tantas abominaciones cada día,a cada instante,que sientes el impulso brutal de salir a la calle y comenzar a repartir mandobles.
Como en un día de furia,a veces resulta casi incontrolable.
Nos queda la palabra como arma civilizada contra tanto exceso,pero hasta estas se nos atascan en la garganta cuando la villanía es apabullante.
Miremos para donde miremos,pesa más el crímen que lo honesto.
Abrir un informativo es llorar,pero eso no vale,no nos podemos quedar parados ante el abuso,este donde este,venga de donde venga.
No quiero cansar ni cansarme con la basura de cada instante,las conocemos todas.
Solamente volver al tema del petróleo en Canarias.
Ahora dicen que lo encuentran en Marruecos,a 200kms. de las islas.
Nada nuevo,ya se ha explicado hasta el aburrimiento las características geomorfológicas de la zona.
Nunca prosperó porque la inversión y el riesgo no compensa.
Pero estos desalmados y sus jaurías se aferran a esta argumento para justificar,dicho clara y llanamente,crímenes contra seres humanos y el medio ambiente.
Las consecuencias,trágicas de cualquier forma.
Marruecos no tiene capacidad de respuesta ante estas presiones,recordemos los fosfatos,la persecución a los saharauis,la tierra de nadie que es actualmente la costa africana de Marruecos,todo lo que allí sucede se hunde en el silencio.
La tierra no conoce de fronteras políticas,200 kms. es nada en geología,si algo ocurre,nadie podrá decir que estamos en otro país,pasará de igual forma.
La impotencia que se siente ante estos crímenes es inmensa.Parece que la única solución es que una nueva catástrofe,como la del 57,azote la zona y lleve al silencio a víctimas y verdugos.
Tristísima conclusión,desastroso resultado.
Al parecer una democracia famélica es ya incapaz de frenar a estos malnacidos sin escrúpulos.
Una vez más hay que plantearse legitimidades dudosas y derechos ciudadanos pisoteados.
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