Cuando era pequeña,alguien de la familia,confieso que no recuerdo bien quien,pudo ser mi abuela Delfina,me dijo que era tan fácil hacer el bien como el mal,pero que haciendo el bien te sentías mejor.
Siempre he creído que era una buena recomendación.
Pocas personas conozco que se ajusten a esta máxima,pero las hay.He recomendado muchas veces leer al Dalai Lama,a Nelson Mandela.Y añado, a los Imprescindibles,Y a tantos y tantos amigos y personas queridas,desde José Luis Sampedro a Jorge Semprúm,pasando por un listado ciertamente largo de ejemplos diversos,hablo de ellos de vez en cuando,nunca lo bastante.Acabo de leer un excelente artículo de Federico Mayor,nunca se rinde,insiste.
Hago este pequeño comentario para contrapesar la ingente cantidad de basura hedionda que nos invade más de lo habitual en días como este.
Me alegra mucho oír un lenguaje nuevo en el Vaticano,se agradece y mucho.
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