Nada existe más estúpido e inútil que la guerra,cualquier forma de guerra.
En la guerra no hay vencedores ni vencidos,todos son perdedores de una forma u otra,y así desde hace milenios.
Solo dos especímenes sobreviven a la guerra,los que fabrican armas y las venden y los carroñeros que se alimentan de los despojos esparcidos en el campo de batalla.
Así comienza y se cierra el círculo.
Entremedias soportamos el exterminio como algo inevitable,por la fuerza de las armas y la brutalidad de los agresores.
La Otan se ha reunido para hablar de estrategias,en la foto de familia se ve a notables indeseables bien trajeados y sonrientes junto a una mayoría de tontos útiles.
Al otro lado del muro,un sátrapa al estilo antiguo ensaya la próxima jugada.
Todos son especialistas en amagar y no dar,algunos lo llaman diplomacia,opino que el vocablo más apropiado es ópera bufa en muchos actos.
En otros países,el juego de la guerra continua tan próspero como siempre.
A los llamados daños colaterales,ya sin comillas,ni se les cita,al igual que sucede con los refugiados de todo el mundo,han dejado de ser noticia para convertirse en molestia que hay que ocultar.
El gobierno sirio dio 48 horas de tregua,apenas pasaron,40 muertos.La excusa perfecta esto de las treguas para renovar vestuario y armamento.
Y no pasa nada.
Allá por las Américas los afroamericanos continúan siendo un buen tiro al blanco para policías cuyos parámetros de ética y legalidad,sencillamente,no existen.
En el antaño Tercer Mundo,algunos gobiernos hacen ímprobos esfuerzos por mejorar sus condiciones de vida,tienen en contra el virus mortal del colonialismo,dificil de erradicar.
Las lágrimas de los inocentes inundan calles y ciudades,pero no son suficientes para ahogar en ellas toda la ignominia que corrompe a los humanos.
A lo mejor ya se perdió la batalla de los Derechos Humanos y hemos entrado en Tierra de Nadie antes de la explosión final.
La esperanza esta herida de gravedad,posiblemente morirá o quedará parapléjica.
Mientras,el mundo sigue rodando alrededor de una estrella que es su vida y su muerte.
La Otan se ha reunido para hablar de estrategias,en la foto de familia se ve a notables indeseables bien trajeados y sonrientes junto a una mayoría de tontos útiles.
Al otro lado del muro,un sátrapa al estilo antiguo ensaya la próxima jugada.
Todos son especialistas en amagar y no dar,algunos lo llaman diplomacia,opino que el vocablo más apropiado es ópera bufa en muchos actos.
En otros países,el juego de la guerra continua tan próspero como siempre.
A los llamados daños colaterales,ya sin comillas,ni se les cita,al igual que sucede con los refugiados de todo el mundo,han dejado de ser noticia para convertirse en molestia que hay que ocultar.
El gobierno sirio dio 48 horas de tregua,apenas pasaron,40 muertos.La excusa perfecta esto de las treguas para renovar vestuario y armamento.
Y no pasa nada.
Allá por las Américas los afroamericanos continúan siendo un buen tiro al blanco para policías cuyos parámetros de ética y legalidad,sencillamente,no existen.
En el antaño Tercer Mundo,algunos gobiernos hacen ímprobos esfuerzos por mejorar sus condiciones de vida,tienen en contra el virus mortal del colonialismo,dificil de erradicar.
Las lágrimas de los inocentes inundan calles y ciudades,pero no son suficientes para ahogar en ellas toda la ignominia que corrompe a los humanos.
A lo mejor ya se perdió la batalla de los Derechos Humanos y hemos entrado en Tierra de Nadie antes de la explosión final.
La esperanza esta herida de gravedad,posiblemente morirá o quedará parapléjica.
Mientras,el mundo sigue rodando alrededor de una estrella que es su vida y su muerte.
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