sábado, 16 de julio de 2016

TURQUÍA Y SUS FANTASMAS

Ayer se produjo un intento de golpe de Estado en Turquía.
No es el primero,ya se han producido cuatro desde los tiempos en que Mustafá Kemal Atatúrk,al frente de los Jóvenes Turcos abolió el sultanato e intentó modernizar el  País,dándole una Constitución e introduciendo medidas democráticas.
Desmontar la estructura de un Imperio que duró cinco siglos es intento poco menos que imposible,si a esto añadimos el poder absoluto de sus sultanes y el extremismo religioso de los dos últimos,entramos ya casi en el territorio de la entelequia.
Tanto el sultán Hamid,llamado el Rojo,por las matanzas de armenios que decretó,como Mehmet,fanático religioso que completó el exterminio,ayudaron en mucho a la consecución de una rebelión social que luchaba contra este absolutismo.
Sumese a esto el entusiasta apoyo de las potencias europeas a la caída del Imperio,y la tragedia queda servida.
Pasemos por alto la contribución occidental a la bancarrota turca a fines del  siglo XIX,la venta por parcelas a la que se vio abocado el sultanato para frenar el desastre,todo ello muy bien capitalizado por Occidente.
Y sumemos finalmente el apoyo del último sultán a Alemania en la Primera Guerra Mundial,y los decorados de fondo de la tragedia quedan listos para la escenificación.
Los Jóvenes Turcos toman el poder y expulsan al sultán y su  absolutismo en el año 22.Se instaura la República en el 23.
Los cambios producidos son tan radicales que,de no haber vivido allí, sería imposible asimilarlos en su totalidad.
La historia turca es larga y compleja,y en los cien últimos años,con la fragmentación política se hace extremadamente difícil asimilarla y comprenderla.
En una somera pincelada,de los inicios revolucionarios  a nuestros días se ha pasado del partido único,a la multiplicidad política creciente.
Los años 80 marcan el punto de inflexión de la corrupción.Tansu Çiller y sus sucesivas alianzas,según qué y para qué,dan el golpe de gracia a un sistema parlamentario que mal que bien había sobrevivido  hasta entonces.
En este tiempo los militares realizaron varios golpes de Estado llamando al orden establecido en la fundación de la República.
No se entra en el análisis de su legalidad,si en lo que es la idiosincrasia turca y sus antecedentes históricos.
En cada ocasión se devolvió el poder al pueblo,pero en alguna de estas acciones el pago humano y social fue importante.
Como viene siendo usual,en tiempo de crisis las posiciones se radicalizan y la democracia se empobrece.
El avance islamista de Erdogan y su grupo ha sido relativamente lento y ladino.Acudiendo a un cuento tradiocional,el lobo se disfraza con piel de cordero.
Bajo una apariencia de islamismo moderado ha ido avanzando hasta comenzar a socavar los cimientos republicanos.
El recorte de libertades,la represión social,recuérdese Taksim,la mordaza a medios de comunicación no afines,y el descarado afán de poder del actual presidente,hacen más que evidente la dictadura que ya se vive en Turquía.
La corrupción es rampante desde los 80,ahora aún más.
El extremismo religioso fagocita todos los avances sociales de la República.
La jugada de Erdogan para convertirse en árbitro de la zona avanza con algún retroceso puntual.
Es seguro que la inteligencia occidental esta detrás,es uno de los sistemas utilizados eventualmente para el descontrol organizado.
Erdogan es un tirano,sus seguidores se fanatizan más día a día,la supervivencia democrática esta  en peligro pero,y esto es lo más trágico,los que deben de ser garantes democráticos,v.g. EU,no solamente miran para otro lado,e incluso pagan por meter en campos de concentración a refugiados civiles de la zona,también mantienen un ominoso silencio acerca de los excesos antidemocráticos del dictador de turno.
Todo sea por preservar las ventas y diversiones de los ciudadanos alegres y confiados,es un decir.
El Ejército ha salido a la calle,una vez más.
No se ha producido un baño de sangre,aunque al dictador así le hubiese gustado,llamando a sus votantes a salir a manifestarse.
Es una llamada de atención,habrá que ver que aprendizaje se deriva de esta acción.
La democracia turca esta herida de muerte,no nos engañemos.
Cierto es que la Democracia en general esta en estado comatoso.
La dictadura islamica no es lo que se necesita,ni aún teniendo detrás a la OTAN,
No es necesario acudir a Rousseau o Locke para ver lo que es en si muy evidente.
Si lo que necesita EU y sus países es un siervo fiel que cumpla sus mandatos,pues ni eso,sin límite,aumentará la tiranía y el desorden de la región.
Aunque también es evidente que en este vodevil nada es lo que parece,los perros vuelan y las sardinas  triscan por los montes.
Vergüenza.


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