jueves, 8 de octubre de 2015

DE UTOPÍA,HUMANOS Y BESTIAS.UN CUENTO DE OTOÑO

Y en esto llegó Utopía,y pasó.
En un minuto desaparecieron en todo el mundo todas las armas habidas,de tierra, mar y aire,también desaparecieron las fábricas donde se construían,sin excepción.
El estupor generado hizo oscilar el eje terráqueo.
Los humanos,sobre todo los que estaban matando o atacando en ese momento quedaron anonadados,sin fuerza siquiera para moverse.
Era como si les hubiesen cercenado brazos y cabeza de un golpe limpio.
Y entonces llegó una evidencia nueva,el número era importante,ya no había armas de ataque o defensa,solamente el cuerpo a cuerpo tradicional,y aquí la desbandada fue general.
Corrían como gamos por montañas y laderas,llanuras y costas y detrás,pisándoles los talones, las víctimas que minutos antes eran masacradas impunemente.Había piedras,pero estas,tradicionalmente son mejor utilizadas por los perseguidos que por los perseguidores.
Cayeron muchas pedradas,pero sin grandes consecuencias.
Comenzó a producirse como una inercia general a quedarse quieto,a inmovilizarse.
Lo sucedido era demasiado grande para ser asimilado prontamente por mentes pequeñas.
En las fábricas,grupos de trabajadores miraban al aire donde minutos antes estaban sus cadenas de montaje,no eran muchos,esto de las armas está muy mecanizado.
La forja tradicional apenas notó el cambio,su mano de obra estaba diversificada,también preparaban herramientas para la agricultura.
También se volatilizaron lanzas, flechas,machetes y mazas en selvas umbrías y espacios abiertos.
Todas las armas domésticas,cuchillos,mazas,desaparecieron igualmente.
El mundo entró súbitamente en un silencio ensordecedor.
Hubo muertes diversas,pero no muchas,si lo comparamos con lo que sucedía minutos antes.
Aquellos que se estaban defendiendo o atacando a algún animal  a lo mejor no tuvieron la agilidad suficiente para salir corriendo.
En las ciudades,en las casas,el acto de cocinar y preparar las viandas sufrió un brusco giro que obligó a modificar el menú.
Había excedentes alimentarios en el mundo,siempre los hay,así que por esa parte no existía problema.Eso si,los acaparadores habituales afilaron las garras,pero sin protección armada y con una multitud frente a ellos se lo pensaron dos veces antes de comenzar la rapiña.
Tontos hay en todas partes,algunos creyeron que podrían hacerlo,y entonces conocieron la contundencia de un ataque personal,lo que hizo que salieran corriendo a sus guaridas a lamer heridas.
Los de la familia Desigualdad estaban petrificados por el miedo,sin armas sus guardianes tenían que recurrir al cuerpo a cuerpo,y muchos no estaban dispuestos,con lo cómodo que es el tiro a distancia o la voladura controlada,y no digamos los llamados daños colaterales.Pues no,se terminó el mercado,así que muchos optaron por poner pies en polvorosa y el sálvese quien pueda.
Esta parentela hizo entonces lo único posible,no podían proteger ni ocultar sus muchos bienes,así que cogieron lo que para ellos era más valioso y corrieron a esconderse en parajes menos poblados.
La Naciones Unidas,las maltrechas Naciones Unidas cobraron en minutos el protagonismo que nunca tuvieron,ya sin cuotas de veto.
Los representantes de los países gritaban como posesos al unísono,pidiendo soluciones,hablando de seguridad de las fronteras,equilibrios territoriales,tráfico mundial,etc....Es decir, el diccionario de mentiras que durante miles de años se habían inventado para justificar el control.
El Secretario General intentó poner orden,imposible,la histeria era generalizada.
Algunos, en un primer momento se habían puesto a la tarea de fabricar armas provisionales con materiales diversos,nada,por el motivo que fuere no obtenían el más mínimo resultado.
En la producción animal para consumo humano también se notó bastante,no se podía matar por métodos técnicos lo que llevó a una disminución de la producción,lo que a su vez originó una prolongación de la vida de los animales ya nacidos,y a su rápida reconversión en otras formas de explotación.
Granjeros y agricultores vieron asegurado el mantenimiento de los precios.Sin armas disuasorias ni competencia desleal volvieron a ser los protagonistas,como en tiempos pretéritos.
Los humanos en general quedaron bastante traumatizados,tanto los atacantes como los atacados,habían perdido la capacidad para vivir en paz.
Pero el pánico no duró demasiado,además de su extrema agresividad la especie tiene un destacado instinto de supervivencia,que incluye asegurarse el sustento y reproducirse cotidianamente.
La cadenas de producción mundiales fluctuaron con igual deriva que el eje terráqueo,las bolsas se hundieron,muchos bancos,especialmente aquellos que vivían del tráfico de armas,se hundieron también pero,insistimos,son una mínima parte de la población mundial.
Grupos de presión deambulaban por las calles como sonámbulos.Insistimos, son una minoría.
Las grandes potencias,especialmente las más asesinas,dejaro de ser razón para el llanto,la indefensión y la muerte.
Y entonces Utopía,que había estado analizando las reacciones desde una altura conveniente,hizo otro gesto y llegó la segunda ola.
Hablar con verdad y dialogar,el nuevo ejercicio obligatorio para la tribu humana.
Esto resultó aún más difícil y traumático.
Miles de años de verdades a medias,mentiras torticeras y engaños generalizados no se cambian de un momento para otro,pero cada vez que habrían la boca solamente salían verdades,y casi a rastras se sentaban a conversar y buscar afinidades.Muchos tenían vómitos y dolores,iba contra su naturaleza el ser sinceros,pero Utopía era de ideas firmes y no transigió un ápice.
De esta segunda oleada hay mucho que decir,pero como dicen los sabios,esa es ya otra historia,y primero hay que digerir lo sucedido previamente.

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