Produce admiración el llamativo despliegue de medios informativos respecto a noticias de gran calado internacional.
Unas,copan portadas y portadas,otras,se publican como de pasada,sin entrar en profundidad en el análisis y envergadura del significado.
Alemania.
Se vende el triunfo de Merkel como algo impresionante y sorprendente,cuando en correlación de fuerzas,conservadoras y progresistas,el resultado es equiparable al 2009,y en ambas,una coalición de izquierdas podría gobernar,otra cosa es que dicho gobierno tuviese la estabilidad deseable.
Parece que estamos,una vez más,ante el síndrome de la obediencia ciega,referido a mercados y gobiernos europeos.
Rusia-USA-Irán.
A veces la política te da sorpresas agradables como esta.
Grandes países,poderosos países,son capaces de tejer un entramado perfecto que aminora un peligroso proceso de agresión,siempre desastrosa para cualquier proceso de paz.
El que hablen,dialoguen y midan bien las consecuencias de las palabras iniciales,produce una positiva sensación de que esto todavía tiene arreglo.
El Papa Francisco.
Sus manifestaciones desde que salió a la ventana del Vaticano,por sorprendentes, te dejan un poco con la boca abierta.Los meses que lleva de Papado han sido un continuo de afirmaciones valientes,una vuelta a los orígenes que ,como ya dije en su momento ,da esperanza.Desde Juan XXIII,no había oído hablar tan abiertamente de la doctrina social de una iglesia que puede tener un futuro positivo con estas propuestas.
Todas son grandes noticias,positivas ,pero al parecer en estos tiempos lo que vende es la tragedia y la sangre.
No nos dan el más mínimo respiro,ni ánimo,es desastre sobre desastre,iniquidad.
Están ahí,lo sabemos,pero de tiempo en tiempo es bueno recordar que también existe lo positivo,aunque sea infrecuente.
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