lunes, 8 de julio de 2013

EMILIO ALONSO MANGLANO

Pocas  veces aparecen en la vida personas de las llamadas,al decir de Brecht,Imprescindibles.
Emilio Alonso Manglano fue uno de ellos.
No estoy en Madrid,me encuentro en un lugar bastante aislado y con accesos esporádicos,mediante módem,a estas líneas de comunicación.
Muchas veces he dicho que el camino de la Libertad,así,con mayúscula,es largo y solitario,pocas veces añado que además de esto el precio a pagar es altísimo,pocos son los que se libran de este peaje.
Emilio es de los que lo pagaron con creces.Porque la libertad no solamente es una cualidad física,creo que es sobre todo una cualidad moral.y en este sentido lo digo refiriéndome a Emilio.
 
Aunaba la virtud de la libertad con otra aún más rara,era un caballero,dicho también como cualidad del alma.Son muchos los que se dicen caballeros,como posición social,casi nunca lo son en realidad,pues esta cualidad es inherente a una condición espiritual,que es la de la ética como principio y la mesura y saber hacer  como símbolo externo.
Se puede decir que esta es la definición del ideal caballeresco,al estilo clásico,pues si,por ahí va la idea.
Conocí a Emilio hace muchos años,allá por los  80,pero no fue hasta final de los 90 cuando comenzamos nuestra amistad,traída de la mano de las circunstancias que nos tocaron vivir.
 
Un amigo común,Antonio Fontán,otra gran persona en todos los sentidos,nos puso en contacto a fin de hablar de algunos temas.
Coincidimos en nuestros análisis,aunque muchas veces tuviésemos que utilizar la elipsis a la hora de exponer posturas.Eran tiempos muy complicados.
Viví muy de cerca el acoso y derribo al que fue sometido en su integridad moral y profesional.
 
En alguna ocasión en la que coincidimos en espacios público,era muy notoria la distancia que marcaban todos respecto a su persona.Esto me provocaba náuseas,y la inmediata por mi parte era acercarme a él y no dejarlo hasta el final de la reunión,recepción u otras actividades sociales.Hay que añadir que pocos se aventuraban a invitarle en aquellos años.
 
Recuerdo muy especialmente una ocasión,estábamos en la fiesta de los 20 años del periódico El País,se celebraba en el antiguo Museo de Arte Moderno,en la Universitaria,Emilio estaba solo en una esquina,cerca de la entrada,yo había llegado,saludado y me había acercado a él para charlar.
Aznar acababa de llegar al Gobierno,estaba allí,ya se marchaba,salía rodeado de guardaespaldas cuando nos vió,rompió el cordón de seguridad y se acercó a saludarnos,tanto él como yo nos quedamos sorprendidos.Cuando se fue lo único que pude decir fue!Vaya!
 
Teniendo en cuenta que a Emilio le acusaban en aquella época de un montón de delitos,y la que vino después,el saludo resultó  curioso.Del hecho se pueden deducir varias hipótesis,pero no es este el momento y el lugar.
La entereza de Emilio en aquellos tiempos fue ejemplar,su fidelidad a este País,al trabajo bien hecho por y para España,también.
 Podría dar algunos nombres más de actitudes similares,Sabino Fernández Campos es otro ejemplo muy claro.
Emilio estuvo bastante tiempo escribiendo sus Memorias,conociéndole es imposible pensar  que fuesen publicadas en vida.
Ignoro que decidiría finalmente,aunque supongo que pasado un tiempo verán la luz.
El conocerlas supondrá una inestimable fuente de información para los historiadores que investiguen esta época,en la certeza de que lo allí dicho responde a la verdad de los hechos.
 
En la Navidad 2011-2012,habábamos por teléfono,comentábamos el momento y le dije algo que hacía un tiempo me rondaba el ánimo,la tremenda sensación que tenía de sacrificio inútil,le pregunté si él sentía lo mismo,solo dijo,si.
Es  una persona de una pieza,,hablo de él en presente porque para mí seguirá vivo mientras yo lo esté.
Gracias,amigo.
 


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