lunes, 17 de diciembre de 2012

EL SUEÑO DE LA RAZÓN ENGENDRA MONSTRUOS

Terrible y cierta afirmación.
No siempre la razón,en sentido filosófico,deriva hacia parámetros de equidad y justicia.Muchas veces,soportada por intereses contrapuestos, tiene  como cauce final soluciones no deseadas en principio,pero a las que los hechos abocan a un continuo de incongruencias y tragedias.
El artículo del doctor Siegman alude a una de estas posibilidades.
Palestina e Israel,después de muchos años se encuentran en la disyuntiva de aceptar soluciones largamente rechazadas,demoradas y,desde luego,desvirtuadas.
El como se desarrolle el inmediato futuro,tiene por medio a un primer ministro,Netanyahu,para el que es más importante perpetuarse en el poder que el bien de la mayoría de su pueblo.Y a un extremista palestino que se mueve en las mismas coordenadas,antes la destrucción que la posibilidad de un acuerdo de paz,destrucción no solamente del Estado de Israel,también de su propio pueblo.La existencia de una opción moderada,partidaria del diálogo,tal cual es la del Presidente Abbas no interesa ni a unos ni a otros.
Así pues,ambos pueblos han de decidir por sus gobernantes,si desean un presente y futuro de paz,restañar heridas y mirar solo hacia adelante o,por el contrario,perpetuar esta situación de odio e indefensión que los convierte,a ambos,en las víctimas propicias para el sacrificio.
La actuación de Occidente en esta situación sigue siendo la misma de siempre,declaraciones tímidas para parar un maremoto,es decir,nada.
Hace muchos años que Oriente Medio es el campo de juego de los intereses más rastreros y vergonzosos que se conocen en los últimos tiempos.
Nunca estará justificado un sacrificio humano,mucho menos cientos de miles,pero ahí continuamos,en el eterno girar de la rueda,matando la esperanza y el futuro de miles de inocentes.
Sobran las grandes frases,la Historia les juzgara y demás retórica vacía si no se la llena de propuestas, que conduzcan a un cambio total en la situación.
La celebración por parte de Hamás de un cuestionado,por imposible,triunfo,resulta tan delirante como el desafío,por parte de Netanyahu,de hacer avanzar la construcción de asentamientos en la tierra palestina.
Si lo que buscan es la destrucción y el terror,ese es el camino.

Y llegados a este punto,bueno será que, finalmente, el mundo se encare a su compromiso de una tierra y dos Estados.No mañana ni pasado,hoy,aquí y ahora.
Salam,Shalom,Paz.

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