El Doctor Henry Siegman,siempre comprometido con la causa de la Paz,ha redactado un artículo encomiable por su claridad.
En Política,como en todo,alguna vez se han de definir los límites,la ambigüedad tiene sus fronteras,más aún cuando va referida a hechos de guerra.
Desde la lejanía,siguiendo su campaña,Hilary Clinton no puede jugar siempre a contentar a todos.No es justo.
Las víctimas están ahí,las de fuera y las de dentro.
Ni palestinos ni israelíes comprometidos con la causa de la paz,merecen este trato que,en última instancia, solamente favorece los obscuros intereses de un indigno gobierno.
Los asesinatos institucionales son eso,asesinatos.
Un Partido Demócrata no debe de aproximarse,ni de lejos,a los intereses de gentuza que azuza el odio como forma de vida.
Aunque la Historia no parece ya interesar a muchos,unos por ignorancia y otros por omisión,lo cierto es que su gran utilidad reside en mostrarnos lo que no debe de repetirse,es mucho,no es poco.
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