A estas alturas de curso,mirando cada vez con mayor interés la línea del horizonte,el panorama se presenta lleno de nieblas y zonas obscuras.
Da lo mismo a donde mires,todo Occidente y Oriente Medio es una inmensa cloaca.
No son los únicos,al contrario,pero en algún punto hay que centrarse,también porque lo que allí-aquí sucede se repite,tiene eco,en el resto de este maltratado planeta.
Ira,mucha,demasiada.
Ahora es fría y más distante,pero no es óbice para dejar de percibir en su magnitud el inmenso crimen humano que practican día a día una caterva de carroñeros.
Gobiernos corruptos más allá de todo lo pensable,asesinatos institucionales,aberraciones morales y físicas,todas.
Hace tiempo que se agotaron las palabras para definirlo,existen muchas más,pero las reglas del juego impuestas por gobs.indeseables impiden nombrarlas sin caer en riesgo.
Aquí,en esta parcela privilegiada que es España,supongo que por la bondad del clima que facilita la acción,todo es como más llamativo y abyecto,hacia sus ciudadanos,hacia los principios democráticos.
No mucho más por añadir en el día de hoy,gritando,protestando,indignándonos,poco se consigue,pero al menos queda testimonio.
Como estudiosa de siempre del hecho político algo he de añadir.
De esta caterva política lo conocemos casi todo,pero he de admitir que en los muchos años de aprendizaje de Teoría política e Historia,nunca encontré mejor ejemplo de tergiversación de la verdad que el sistema empleado por un tipo y su partido en el último año y medio.Cierto es que engañan en un primer momento,pero por poco tiempo.
Sus añagazas,apropiación del trabajo de otros y demás desvergüenzas son de libro.
Lo trágico es que engañan a muchos,porque el discuerso demagógico lo utilizan muy bien,trampa para inocentes.
Ya es evidente que sirven a intereses que no son los que pregonan.Dejo a los expertos desmantelar su andamiaje.
A mi me aburren y astían.
Como siempre,pagarán los principios básicos de la Democracia,ya saben,la que nació en la Roca griega hace más de 2500 años.
Cuantos crímenes se cometen en su nombre,al decir de aquella dama que iba mirando a la multitud camino del patíbulo parisino.
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