jueves, 9 de julio de 2015

ALGUNA REFLEXIÓN

Casi todo es ya una eternidad,y aún más cuando los hechos se distorsionan y ocultan,entonces,pasa a una como especie de nebulosa donde es difícil fijar los contornos y volúmenes.
Vivimos en general,y en Europa en particular,una regresión brutal hacia formas y modos más que periclitados.
Hablo de totalitarismo como nueva pesadilla de los humanos.
Es empezar y no acabar,las noticias y artículos divulgativos están llenos de las formas redivivas de la peor condición social,la dictadura,avasallamiento y sometimiento de una mayoría a los mandatos de unas mal denominadas élites,palabra griega,por cierto,pero la élite no es lo que ahora venden en las porquerizas de los mercados,se las puede llamar mafias,gangs,pandillas,maras,grupos salvajes y lindezas diversas.
Pero no son élites,pues estas,al menos no hace tanto,llevaban implícitas unas reglas del juego que ahora son inexistentes.
No entro en la categoría moral de la élite,no viene al caso,pero si en la falta total de categoría al uso en las cochiqueras del poder,el poder del Averno.
A veces te preguntas¿Cuantos han de morir todavía para que se tomen decisiones con vistas a frenar la matanza?Nunca hay respuesta.
Da lo mismo que hablemos de Gaza,Sur Sudán,Medio Oriente o Grecia,da exactamente lo mismo,porque las categorías morales ya casi no existen.
Hace ya años que dejamos atrás una era civilizatoria,desde entonces vagamos perdidos por el desierto sin orden ni concierto.
A lo mejor esto es lo que sigue y siempre va a ser así,porque tiempo para diseñar nuevas formas de convivencia hay y ha habido.
Pero al parecer no hay prisa,no mientras los mercaderes no hayan ajustado bien sus cuentas y los siervos no hayan recibido todos la parte alicuota de su comisión.
En su magistral libro "La ética protestante y el espíritu del capitalismo"Max Weber diseccionó el mundo que ya estaba allí.
Conrad Lorenz,en sus  fascinantes análisis etológicos añadió datos demoledores.
Illia Prygogine nos situó en el mundo del cáos,palabra también griega,esto por citar a algunos Maestros,la conclusión,además de clarividente,demoledora.Teniendo en cuenta que casi todos escriben hace un siglo o casi.
Llegados a este punto vuelvo a preguntarme si esto es lo que nos resta.
Sin juicios de valor,sin retórica compleja,la evidencia es clara,como el burro en la noria,andamos dando vueltas hasta la extenuación en consecución de un fin que no llega ni llegará.
El ansia,la enfermedad del poder, lo contagia todo,y aquí tenemos los crímenes terribles,las exclusiones salvajes.
Crímenes contra la Humanidad en todas las escalas.
No veo el fin,la esperanza esta en cuidados intensivos y la ira produce alteraciones del Gran Simpático.
Y la impotencia,ni siquiera restan palabras.
Ignoro si tienen solución estas tragedias,supongo que hemos de seguir insistiendo en mantener vivos determinados valores éticos,pero algunos estamos más y más cansados.
En  la armonía de las esferas existe el equilibrio y la interdependencia,a lo mejor,quizas, lo consigamos.
Si analizamos las palabras utilizadas en este texto,muchas son de origen griego,si esos a los que los bárbaros del Norte acusan de vagos,mintiendo como bellacos y engañando todo lo que pueden y más.
Sigo estando con Grecia.

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