CRÍMENES

Las puertas del Infierno llevan mucho tiempo entreabiertas.

A veces se abren del todo,como ahora.

Hace ya tiempo publiqué en este blog la fotografía de un niño sudsahariano sonriente e inmensamente felíz.Su felicidad salía por sus poros,sus ojos eran un pozo de alegría.

Era un niño salvado de la muerte por la ayuda humanitaria.Demasiado pequeño para conocer su realidad,lo bastante vital para saber que la vida,su vida,era feliz en aquel momento.

Ahora no sale de mi cabeza la imagen del niño palestino asesinado de forma bestial.

Su mirada,inocente e inteligente, se dirige al espectador  como diciendo,mira,aquí estoy,tengo un futuro.

Ha muerto,otros muchos lo hicieron antes,y continuarán cayendo,víctimas de los crímenes de los adultos,que en su total demencia,agarrados al becerro de oro, no se dan cuenta de que el peso del animal les hunde cada vez más en el abismo.

Y desde ahí no existe el retorno.

He escrito tantas veces ya sobre lo que supuso el colonialismo del XIX en el futuro de la Humanidad,que no insisto más.

El pretendidamente civilizado Occidente pasando como una apisonadora sobre pueblos y culturas,matando,destruyendo,todo sea por las materias primas.

Y así desde hace ya siglo y medio largo.

Y nada cambia,como repito mucho,se mata más y mejor,pero el objetivo sigue inamovible,el ansia enferma de poder económico.

Palestina es una más en el puzzle  del Infierno,así,con mayúscula.

Un Occidente culpable de la peor de las Guerras creó un Estado impuesto,al igual que había hecho con todo Oriente Medio y Extremo,por la fuerza de la violencia sin límites.

Sabido es que no es nada nuevo,llevamos así desde hace miles de años.

Lo sangrante es que quienes esto hacen se autoproclaman civilizados,cristianos,con principios.

Y se sienten legitimados a imponer su orden en el mundo.

Una hipocresía más,cuando el fin en si mismo es seguir controlando las fuentes energéticas y/o crematísticas.

Lo siento en el alma por este niño,su familia.Igualmente  por los tres chicos muertos días antes.No hago distingos de etnia o religión,todos eran niños,todos inocentes antes de que el odio de sus mayores les contamine y enferme.

Tengo que pensar con firmeza que existe un principio de Justicia que coloca finalmente a cada uno en su lugar en el Éter,ya ven que ni la Tierra puede poner límite a este mundo de locos donde la vesania domina demasiado tiempo ya.

Las puertas del Infierno están abiertas,veamos lo que son capaces de hacer estos dirigentes mundiales con nosotros,los estúpidos seres humanos.

Entretanto,mis peores deseos para todos aquellos que siembran el odio y el terror como forma de dominio.

Que convierten en bestias a seres inocentes.

Mi maldición.

RIP estos niños,todos los niños masacrados en nombre,por y para el poder de las Tinieblas.