- 8 de Abrill de 2013
CON EGIPTO,PARA EGIPTO
No por repetido deja de ser importante lo que sucede en Oriente Medio, y hoy y ahora en especial en Egipto,que aunque no pertenezca estrictamente a la zona en sentido geográfico,si es uno de los puntos vitales de confluencia de esta parte del mundo.
Todos acogimos con entusiasmo la posibilidad de una aproximación social y política entre este mundo y el occidental.Podía significar el el comienzo de un nuevo tiempo de paz y entendimiento.
Al parecer numerosos intereses se conjugan para que esto no suceda.
Ignoro el fin último del presidente Morsi y algunos de sus adláteres,lo que parece a primera vista evidente es que ni es el bien de la mayoría del pueblo egipcio,ni la palabra diálogo esta entre sus principales intereses.Pareciera que rinda tributo a los suyos,pasando por encima de aquellos que le llevaron a donde ahora esta.
Se atribuye poderes que no están en los acuerdos previos,manda,no gobierna,y hunde aún más a una sociedad que demanda lo básico para salir adelante,dignidad,alimento,educación y libertad. Pongasele en el orden que se quiera.
La misma ceguera que lleva a Occidente a ver a esta cultura,al igual que a muchas de la zona del Mediterráneo Oriental,como una extensión de los intereses colonialistas del pasado.
Viví hace muchos años dos guerras,no en primera linea,pero si lo bastante cerca como para oler el hálito de la muerte de aquellos que luchaban en primera linea.
Una fue la de los Seis Días,en el año 67,la otra,la del Sinaí,en el 75,aunque los prolegómenos se apreciaban ya en el 74.
En ambas tuve ocasión de medir lo que significa el orgullo y la dignidad de un pueblo,Egipto era uno de ellos.
Estaba allí,en El Cairo,al igual que antes vivía cerca de la frontera de Siria,en Turquía.
Era muy joven y la experiencia,sencillamente, ni aún hoy soy capaz de describirla.
Una mezcla de asombro,irrealidad,proximidad a eso que llamaban la muerte sin poder valorar lo que significaba.
Hace mal Occidente,en especial Estados Unidos de América,el gran imperio del Occidente actual,repito,hace mal Occidente en no valorar lo que estos pueblos son y han sido en nuestro pasado,el peso determinante que han supuesto en nuestro devenir histórico.
En este área están nuestras raíces,con diferentes nombres,pero durante muchos miles de años,Irán,Egipto y Turquía han sido determinantes en la vida del mundo,y esto es algo sumamente importante a la hora de valorar el presente.
Cuando Europa no existía,cuando el mundo se debatía en el subsistir del día a día,con la excepción de lo que hoy es China,allí ya se habían creado grandes civilizaciones,prósperas en todos los sentidos,con los conceptos y atributos de aquel mundo.
Y esto imprime carácter,queda en la memoria colectiva como el recuerdo de unos hechos que definieron su futuro.
Todos los demás somos unos recién llegados,unos bárbaros,al lado de estos antepasados,los que vivieron en esta parte del mundo.
El colonialismo,la gran lacra de Occidente,el colonialismo excluyente,ignoró o desoyó el aviso de la memoria,sus consecuencias las sufrimos cada día.
Ya sabemos de los ciclos históricos,también del devenir de las civilizaciones,pero aún y así,la influencia de esta historia sigue dejándose sentir,y el hacer oídos sordos significa prolongar ad infinitum situaciones de hambre,guerra y muerte violenta.
La gran lección que nos da la historia es la básica,el no cometer los mismos errores,no tropezar en la misma piedra,ser conscientes de nuestro perpetuo mestizaje,convivir,existir en función de intereses comunes,por y para nuestro común desarrollo.
Esto es lo que parecen olvidar los que ahora pretenden gobernar Egipto,y también los que le apoyan.
Sin convivencia,sin diálogo, no hay paz,y lo contrario de la paz son los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Este es un texto sin fin ni principio,solamente un recuerdo del deber ser y el es.
Teresa de Angulo.Artículos e intervenciones referentes a análisis histórico y diálogo para la paz
martes, 9 de abril de 2013
CON EGIPTO,PARA EGIPTO
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