jueves, 31 de marzo de 2016

ALGO AMABLE,PARA VARIAR.LOS QUE ÍBAMOS EN AUTOBUS

En la tarea interminable de situar libros en los estantes,no puedo evitar,de tiempo en tiempo,abrir alguno de una persona cercana y querida.
Acabo de hacerlo con José Hierro y él me ha traído a la memoria el recuerdo de los muchos amigos con los que frecuentemente coincidía en el Bus.
Soy peatona,andariega,nunca tuve tiempo para aprender a conducir,y cuando pude la economía ya era adversa.
Con José Hierro coincidía en buses de la Castellana,él se bajaba en el cruce de la Escuela de Ingenieros,mientras,hablábamos en vos baja de temas diversos,como lo último escrito y a quién habíamos visto últimamente.
José era todo un temperamento al mismo tiempo que entrañable y afectuoso.
Con Rafael Alberti,dada nuestra notable escasez económica,era más paseo de a pie que bus,pero de vez en cuando nos subíamos y,normalmente, se formaba un rápido grupo que nos rodeaba para oírle o simplemente decirle lo mucho que lo admiraban.Él se sentía muy bien con aquella cercanía,no interesada ni servil.
Con Mario Benedetti,ir en bus era lo normal,aunque cualquier sitio nos era útil para formar una pequeña tertulia donde hablábamos sobre nuestro ánimo,durante años bastante bajo,y la deriva política que entonces se vivía en América y España.
Ignacio H.de Larramendi,fundador de Mafre,era peatón y habitual del bus.
Toda su vida vivió alquilado,no tenía coche y creo que su único lujo era la buena mesa,pero sin excesos.
Normalmente quedábamos una vez al mes para cenar en el restaurante vasco que esta frente al Teatro de la Zarzuela.Charlábamos de todo,comíamos bien,y después íbamos a la parada del bus,él vivía justo una parada después de la mía.
Ignacio era toda una personalidad,vehemente y respetuoso a la par.No coincidíamos políticamente pero practicaba  la notable virtud del respeto,algo en lo que también coincidía con un querido amigo,Antonio Fontán.
Antonio era en realidad amigo de mi tío Diego,lo conocí al llegar a estudiar a Madrid, era un notable filólogo.
Coincidimos mucho en los ajetreados días de la mal llamada transición,todos trabajamos por el re-nacimiento de la Democracia,desde diferentes ópticas,pero coincidentes todos en el horizonte de un cambio político.
Con Antonio,paseaba,lentamente,charlando de temas muy diversos, siempre desde el auténtico respeto.
Siempre nos tuvimos cuando nos necesitamos,lo que en aquellos años no dejaba de ser una proeza notable,dadas nuestras tendencias políticas.
Con J.Lúis L.Aranguren,amigo,mentor,tenía su Estudio en el portal de al lado,ir en el bus era toda una proeza,la gente se acercaba a él haciendo todo tipo de preguntas,sin querer que nos bajásemos,para así continuar la charla.
Con Pedro Láin Entralgo,otro gran amigo,también hubo ocasión en la que tomamos el bus,él hablaba de lo que estuviésemos haciendo en aquel momento,y como alguien le reconociese,otro tanto,la corriente de afecto y admiración.
Son muchos los amigos y conocidos con los que he coincidido en el bus a lo largo de los muchos años vividos en Madrid.
Máximo Cajal,Embajador en días trágicos,también era habitual del bus.
José Luis Coll se ponía muy serio según subía,era su forma de distanciarse del entorno.Conociéndolo,le debía de costar mucho hacerlo.
Mi tío Diego era un estoico en el auténtico sentido de la palabra,y eso incluía viajes en bus,si no iba en su destartalado coche,o si el tiempo le impedía el paseo apacible por las calles de Madrid,o a su querido Parque de la Fuente del Berro.
Federico Carlos Sainz de Robles  era sobre todo andariego,pero también utilizaba el transporte público cuando era menester.
Casi todas las personas a las que cito tenían bastante más edad que yo,hace tiempo que se fueron,y les recuerdo cada día.
Una,posiblemente la única ventaja de haber crecido sola,es que la mayor parte de mis afectos fueron personas cercanas a la familia o casi, y por razón de edad,con más años que yo
El listado es muy largo,larguísimo,siempre he pensado que con todo y con eso fui una privilegiada por haber convivido con ellos.
En estos tiempos,en que los signos externos tanto pesan, en que el exceso prima en todo,y los valores èticos se desmoronan,me permito reivindicar aquel mundo del bus,su sencillez e inmediatez.
Y no puedo evitar ver  a esta retahíla de cretinos en coche oficial como lo que son,fauna de circo,mayormente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario