jueves, 19 de noviembre de 2015

LA MUERTE

A propósito del culto a la muerte aquí y ahora.
Remito a todos los grandes antropólogos que han diseccionado esta  atávica costumbre de los humanos.
Conjurar el miedo a lo desconocido creando una reverencia hacia el más allá,una suerte de ritos,cada vez más complejos, a fin de garantizar la eternidad.
De todos ellos,posiblemente el más significativo y conocido es el viaje del Faraón egipcio en su diario periplo, garante del inicio de un nuevo día para sus súbditos.
Es fascinante este mundo,las derivas fuertemente condicionadas por el ambiente social y físico.
Ahora estamos en otro punto.
La muerte ya no vende,se la oculta,se suprime el rito.
Solamente en el caso de masacres se divulga hasta la extenuación el hecho de la desaparición física.
Y ahí entran todos,carroñeros los más,aprovechados también.Imbéciles, muchos.
Existe lo bello por oposición a lo siniestro,la luz como oposición a la obscuridad.
La muerte es la cita ineludible.
Puede ser otra forma de vida,de hecho así es.
La pregunta del día sería inquirir cómo es posible que siendo algo tan cotidiano todavía no hayamos aprendido a convivir con ella.
Paradójicamente,ese es el resquicio por donde se cuela la mayor parte del horror humano.
Desde verdugos a bestias babeantes de poder,pasando por los inmensos océanos de ignorancia donde tan bien nadan las alimañas,todos nacen y se alimentan de ese miedo a lo desconocido que significa la desaparición física,o el cambio de estado físico.
No hay soluciones claras,pocos son los que cruzan el umbral y vuelven para contarlo,si es que alguien les cree.Pero al menos existen terapias paliativas,la más poderosa de las cuales es la serenidad y la mesura ante su presencia.
Y esto es extrapolable a todas las múltiples caras que engendra el hecho de la muerte,aquellas que sufrimos diariamente a través de la profunda barbarie de unos y otros,los que la generan y los que la instrumentalizan.
De todas las formas de morir,ninguna es más atroz y terrible que el hecho del asesinato,fanático o institucional.
Da lo mismo,son iguales en origen.

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