martes, 25 de noviembre de 2014

HABLEMOS DE HÉROES Y TUMBAS

Quiero hablar de algo terrible y espantoso,de la vesania humana.
En estos días en que,otra vez,se intenta localizar el cuerpo de Fco.Garcia Lorca,vienen a la memoria los restos, definitivamente perdidos, de otras víctimas inocentes.
En Las Palmas de Gran Canaria esta la Escuela de Bellas Artes Luján Pérez,el sitio al que acudían las personas que querían dedicarse a las Artes.
Comencé a asistir muy joven,tendría unos 14 años.
Aquel sitio era singular en todos los sentidos,la proximidad  al mar, los asistentes,la buena sintonía,el estar rodeados de Arte por todas partes,trabajando activamente en escultura,dibujo,pintura,un grupo que estaba en edades comprendidas entre los 10 y los 60 y...años.
Muchos de ellos están hoy en Museos, muy merecidamente.
Cariñosamente atendidos por la bondad y el arte de Felo Monzón,y presididos por la autoridad moral de Don Mario  Pons.
A veces,mientras trabajábamos,Don Mario contaba algunas historias de temática variada.
Esta que relato fue mi primera incursión en la guerra Civil española,hasta entonces algo lejano cuya importancia y consecuencias personales no era capaz de percibir,el silencio era la muralla que me protegía de mi realidad.
Don Mario era un joven republicano cuando comenzó la sublevación.
En Canarias no tuvimos el mismo escenario que en la Península,allí hubo represión,asesinatos,expolio,pero no fue un campo de batalla abierto.
Don Mario,al igual que otros amigos,supo que en Gando,en la Mar Fea,donde después se situó el aeropuerto militar,junto al civil,como decía,supo que allí se llevaba a prisioneros que desaparecían sin rastro.
Una isla es un ente pequeño,las complicidades eran práctica habitual en ambos bandos.
Así pues,una mañana,bien temprano,de amanecida,tomaron una barca y dijeron que iban a pescar,con las primeras luces llegaron a la zona,con la idea de averiguar que pasaba allí,ya que por tierra no se podía entrar, era zona militar.
Las rocas son peligrosas,rompen con violencia,era una intentona arriesgada.
Allí estaban,esperando a ver si veían u oían algo.
Sin resultado.
En esto que vieron flotar algo en el agua,con un palo lo aproximaron a la barca,era un saco cerrado,lo rompieron un poco,dentro encontraron un cadáver, había un hombre atado de pies y manos.
Se quedaron espantados,el sitio en el que estaban era altamente peligroso,les podían ver desde arriba,pero ellos no podían saber quienes estaban allí,arrastrando el saco volvieron a la orilla,bien lejos de la Cima de Gando,así se llama.
Sacaron al hombre y lo enterraron malamente,en  sitio apartado y en secreto.
Ya sabían lo que allí pasaba,se llevaba a los infelices hasta la Cima y desde allí se les arrojaba al mar metidos en sacos cerrados,sin posibilidad de escape.
A partir de aquí se montó una especie de intento de rescate,se hizo habitual el salir a pescar de amanecida,llegar al pie de la Cima,con gran riesgo,no solo por la posibilidad de ser avistados,también por la bravura del mar y la posibilidad de naufragio.
Siguieron rescatando,algunos aparecían súbitamente en la superficie,es decir,se les había arrojado vivos al agua,se habían ahogado,y los días los hacían emerger.
Coninuaron con el trabajo un tiempo,en la esperanza de que cayera alguno vivo y poder rescatarlo.No fue así,solamente enterraron a los muertos.
Tuvieron que dejar el rescate cuando les avisaron de que posiblemente los fascistas estaban oyendo algo y comenzaron a hacer batidas.
Esta zona de Gando fue después aeropuerto militar durante muchos años,totalmente prohibido el acceso a civiles,totalmente secreto lo que allí sucedía.
Don Mario vivió esta tragedia,ayudó en lo que pudo,y así nos la contó a los alumnos de la Escuela Luján Pérez.
El impacto fue terrible,durante años soñé con sacos cerrados flotando en el agua que tenían dentro esqueletos abandonados a su suerte.
Aquello hizo que estudiara,preguntara,intentara saber  en que consistió aquella misteriosa guerra de la que nadie quiso hablar pero que estaba siempre ahí,agazapada en la sombra.
Han pasado muchos años,España fue el campo de experimento de las potencias occidentales para la puesta en escena colectiva que supuso la II Guerra Mundial.
Con cinismo,sin piedad,aquella generación brutal nos dejó a nuestra suerte.a nuestra trágica suerte.
Hubo notables excepciones,pocas,pero las hubo,héroes a los que habría que erigir un inmenso monumento.
Llevamos ya casi cuarenta años de Democracia,así la llaman.
Una Democracia condicionada,prisionera de las servidumbres del pasado.
Seguimos soportando la tiranía de aquellos animales,odiosos,despreciables.
Ahora se mata más y mejor,se continua,y todo lo que suponga un cambio lleva a  una movilización general de los cómplices de aquellas muertes .
Los muertos siguen en las cunetas,en el mar,en el sepulcro del tirano que les torturó y mató.
¿Hasta cuando habremos de soportar esta versión parcial y mentirosa de nuestra Historia?
Tenemos que cerrar de una vez por todas aquel infausto capítulo de la barbarie,y esto pasa por restituir la dignidad a los muertos,con nombres y apellidos,hechos.
Pasa por llamar a cada cosa por su nombre,pasa por la recuperación de los bienes incautados al pueblo español por aquella manada de  hienas.
Pasa por aplicar la Ley con rigor y prontitud aquí y ahora,dejando de lado las viejas argucias fascistas y sus indeseables consecuencias.
Recuerdo con devoción a Don Mario y a todos aquellos que tuvieron el valor de oponerse a la tiranía con sus escasos medios.
Son nuestra mejor escuela,nuestro libro de cabecera.
P.D. La Escuela L.Pérez era en aquellos años un llamado Nido de Republicanos.Sin mucho problema,los consideraban inofensivos porque "Solo pensaban".
Y esto era Canarias,lejana y maltratada.En la Península la situación era bien diferente.


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