domingo, 13 de octubre de 2013

NAUFRAGIOS,MUERTE Y PRINCIPIOS

Tengo el firme propósito de resaltar en lo que escribo el lado positivo de la condición humana,pero existen ocasiones en las que es  obligado escribir también de la parte más indigna de nuestra especie.
Las muertes espantosas en estos días de cientos de personas que trataban de llegar a la supuesta tierra prometida que dicen es Europa,remueven nuestras conciencias, provocan nuestra ira y rechazo hacia esta maldita inoperancia y cobardía de la mal llamada Unión Europea.Esta vez lo pongo con mayúscula para diferenciarla de las personas honestas,no porque merezcan que se les califique como importantes en sentido alguno.
Algunos llevamos años escribiendo sobre el avance de los fascismos,de la patética política económica de la Unión,de sus desigualdades evidentes.Hay momentos en los que es mejor pasar página definitivamente sobre esta panda de incompetentes,cínicos,cobardes y deleznables grupos de poder.Pero si bajamos la guardia los más indefensos quedan a expensas de esta manada de fieras ansiosas de sangre.
Como decía el poeta"La muerte de cualquier hombre me disminuye"En este caso,Europa es claramente ya el hombre menguante.
Me pongo en la piel de esos infelices que a las puertas de Europa cayeron al abismo y murieron ahogados como si de un racimo de algas se tratase,de esas que flotan en la superficie después de una tormenta con mar de fondo.
La repugnante actitud de Occidente hacia sus antiguas colonias merece estar en el Tribunal Internacional.Se explotó y explota sus bienes y tierras durante generaciones,se les utiliza como escudos humanos ante enfrentamientos sectoriales,se les condena a la pérdida de sus raíces,se les convierte en carne de exilio,pero eso no importa,ni se paga ni se reconoce.
Lo realmente importante para esta nueva variable de los negreros de antaño,es lo que afecta a su bolsillo,y no porque suponga un gran gasto su integración o mantenimiento,no,es porque el beneficio desbordado de sus empresas sería menor,y no podrían pagarse los lujos estrambóticos y desmedidos de esta sociedad en la que la banalidad y el lujo criminal se han convertido en la principal seña de identidad.
Los fascismos cada día son más descarados,ningún gobierno se opone abiertamente a ellos,y esto lleva aparejado una xenofobia que se alimenta de la ignorancia histórica y la falta de análisis de los hechos.Así pues,pareciera que estemos entrando en esa mortal espiral de la repetición de las tragedias del pasado.
No son los únicos muertos los que arriban a nuestras costas desde otros Continentes,también lo son los jóvenes condenados a empleos de miseria dentro de sus mismos países,les están matando la esperanza,les están robando el futuro.Y en medio de todo,  un alud de mentiras,matizaciones gramaticales,hurtos sin fin y,sobre todo,una total incapacidad para diseñar un programa coherente de gobierno de acuerdo a lo que clama la ciudadanía por calles y plazas.
Otro mundo es posible,pero ni lo desean ni lo trabajan,sigue siendo más cómodo el sacar a la policía a la calle,abusar de la autoridad recibida en las urnas y alejar cada vez más del conjunto de la sociedad la posibilidad de una Democracia participativa.
Perdonen, hoy no me sale más que una frase a la vista de los hechos.
Malditos sean todos los cómplices de estas tropelías. 


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