sábado, 8 de octubre de 2011

HOMENAJE A CUATRO MUJERES.Y POR EXTENSIÓN A TODAS ....

Esta es la parte final de una ponencia que dí hace años,2008-09,no recuerdo bien,en Barcelona,en un Seminario de la Fundación Olof Palme,cuyo tema era el papel de La Mujer en el Islám. Mi intervención tiene una introducción extensa que pasa de lo general a lo concreto.
Hoy quiero dar a conocer  la parte referida al Islám,como mi homenaje particular a estas tres mujeres  a las que se acaba de otorgar el Nóbel de la Paz y por extensión a la Plantadora de árboles que hace tan poco nos dejó,ejemplo para todas nosotras.Nunca he escrito sobre el Africa Sud- sahariana desde el punto de vista histórico,solo de pasada para hablar de la esclavitud o de Geografia Física y Humana,pero sí tengo este trabajo sobre Oriente Medio,una yemení es una de las galardonadas.Va por todas,faros en la niebla de nuestro obscurantismo.Gracias a todas.
.... grandes matanzas y destrucciones que se han producido a lo largo de milenios han estado determinadas por una afirmación vana de la pureza inexistente. El afán de crear diferencias para justificar abusos que afiancen estructuras de poder. Después de mucho pensar creo que este libro, si finalmente sale a la luz, solo puede tener un título, “Nosotros, los estúpidos seres humanos”.


Desde la generalidad entremos ahora en lo particular, que es el papel que esta llamada  a desarrollar la mujer de hoy que habita en los países islámicos o de religión mayoritariamente islámica. Al igual que en lo escrito anteriormente, el precedente determina la actualidad. Y el precedente es la suma siempre de condiciones geográficas, medioambientales  ,sociales y políticas ,la suma nos da el todo.
De todos es sabido que el Islám forma parte de la triada de las tres grandes religiones monoteístas que en buena parte han determinado el mundo desde hace milenios. Estas tienen en común, además de la creencia en un solo dios, su origen en el Mediterráneo Oriental, en una sociedad mayoritariamente nómada, dedicada al pastoreo como forma de vida básica y donde la idolatría era extensa y variada desde los tiempos bíblicos. Judíos primero, cristianos y musulmanes después, crean una religión, singular en su tiempo, que aún teniendo antecedentes relativos en creencias existentes en algunos puntos de la zona ,nunca hasta entonces se unifican como un deísmo que determina no solo una actitud y preceptos religiosos, espirituales, sino también un criterio social, político y hasta geográfico, pues el cristianismo y el islamismo son proselitistas, en mayor grado el primero que el segundo y ello implica una expansión territorial que supera sus fronteras originarias.
El papel de la mujer en ese momento corresponde al de la sociedad en la que vive, es mucho más igualitario que el presente en general porque su papel social es garante de la estabilidad y existencia del grupo. En sociedades donde el varón ha de alejarse continuamente del núcleo familiar por razón de su trabajo, la mujer no solo es la guardiana del hogar, sino también la defensora eventual de este si es necesario.
Cuando Mahoma inicia su periplo vital, el hecho de estar casado con una viuda rica que goza de respeto y poder social es determinante para que pueda avanzar en su trabajo de divulgación del Islam. Si  buscamos paralelismos históricos la vida de la mujer en lo conocido como el Occidente europeo era ya penosa , totalmente sometida al elemento masculino de su sociedad, que dirigía su vida desde el nacimiento hasta  la muerte. Durante siglos se nos negó hasta el derecho a tener alma, pero estos son “detalles” que ignoramos o preferimos olvidar a la hora de definirnos como los guardianes  de la civilización.
Mahoma, como estadista y hombre de leyes se adelantó en varios siglos a muchos de sus contemporáneos, pues supo aunar una creencia religiosa común, dejando atrás la multitud de idolatrías existentes en la zona, fuente de conflictos, con unas normas sociales, éticas y políticas impensables en aquellas fechas en un conjunto de tribus nómadas cuyo nexo de unión más sólido era el comercio. Pues ni siquiera la etnia semita o la búsqueda de la defensa  contra enemigos comunes eran suficientes para unirlos.
En la Edad de Oro de la civilización  musulmana, aceptada generalmente como la correspondiente al reinado de los Califas Abasidas de Bagdad,750-1.528, y del 755-1492 en los reinos musulmanes de la Península Ibérica ,Europa vivía en la oscuridad posterior al hundimiento del Imperio romano. Las largas guerras parciales  que desangraban la región desde la caída del Imperio de Occidente  sumergió a su sociedad en un estado casi permanente de crisis en todos los órdenes. Hasta la Alta Edad Media, coincidente más o menos con el siglo IX, no comienza a fluir hacia Europa el saber olvidado y desconocido de los antiguos sabios de Grecia, Roma, Egipto, Oriente Medio, todo a través de los textos conservados estudiados y comentados por sabios musulmanes, judíos y cristianos que colaboran en su estudio en la Casa del Saber en Bagdad,Bayt al Hitmat,y en la Universidad de Córdoba desde donde se transmiten a Europa mediante un flujo intelectual maravilloso y único en nuestra Historia.
Se preguntarán ustedes el porqué del  énfasis en hechos como estos, y la respuesta es simple, hablo de mujeres, hablo también de mujeres. En estos siglos, el papel de la mujer desde muchos puntos de vista tiene una consideración social  que no conoce equiparables en la sociedad europea de su tiempo ni en la mayor parte de las sociedades islámicas actuales. La gran tragedia es que se ha olvidado su historia , sus protagonistas ha n olvidado quienes fueron. y los cambios acaecidos desde entonces no ayudan a que recuperen la memoria. Hombres y mujeres de este colectivo humano no recuerdan lo que fueron, lo que los convierte en presa fácil de cualquier charlatán lleve salacof o chilaba
Estoy en esta mesa para intentar aportar alguna idea u opinión sobre como ha de encausarse la ayuda de los organismos internacionales hacia los colectivos femeninos en países islámicos.
 Esta sería mi primera propuesta, recuperen su memoria histórica, recuperen el orgullo de formar parte de una de las grandes civilizaciones de la Humanidad tomando el protagonismo que les corresponde. El camino de la libertad es largo y solitario y a menudo sangriento pero no existe otro para llegar a un mundo más justo. Se trata de ponerse a caminar estando dispuestos a pagar el peaje.
La gran cuestión es saber de qué Islam hablamos. Hoy tenemos más de 1.000 millones de creyentes en todo el mundo, pero al igual que pasa con cristianos y judíos, las derivaciones y sectas generadas por creencias tan antiguas son múltiples y diversas, algunas indeseables, muy lejos del espíritu fundacional de tolerancia común a todas. Creo que resulta prácticamente imposible, hoy por hoy, abarcar en toda su extensión un área que comprende desde Indonesia  a África, pasando por su punto de origen que es Oriente Medio.
Mi propuesta iría en la línea de tratar  la ayuda de las organizaciones internacionales implicadas como una cuestión de derechos humanos fundamentales , tal y como lo es el más importante de todos ellos, el reconocimiento de la dignidad de las personas y su derecho a vivir como tales. Este precepto acoge gran número de las demandas de auxilio que se reciben de países donde el fundamentalismo islámico domina socialmente, bien por el poder político, bien por el miedo al terrorismo fundamentalista.
En un contexto más restringido propondría que la ayuda en países donde ya se han creado dentro de su propia sociedad redes efectivas de asistencia y formación a mujeres, por parte de ellas mismas en sus respectivos entornos , se canalizara por medio de estas organizaciones, haciendo un seguimiento efectivo de los fondos y estableciendo lazos estables de cooperación en ambas direcciones, su experiencia como protagonistas es muy valiosa para los que no vivimos allí. Esto afecta principalmente a Oriente Próximo, donde la proximidad geográfica e histórica parece facilitar la comunicación y el acercamiento. De su éxito  dependerán las políticas a seguir en países del Pácifico y el África Sud-sahariana
Europa, Occidente, tiene una deuda moral inmensa con los países a los que llevó su expansión colonial en el siglo XIX, es imposible saber como hubiese fluctuado la Historia de no haberse producido esta, al igual que es imposible conocer a donde habría llegado Europa sin el Renacimiento que produce el conocimiento del Mundo Antiguo que llega a través de Córdoba, Toledo y Bagdad .Hoy, la sociedad occidental esta cada vez en mejores condiciones de devolver los bienes recibidos, hablo de los sujetos sociales , hablo de los ciudadanos de países democráticos donde los gobiernos los decide el pueblo. El gran escollo que tenemos es la inoperancia de muchos gobernantes que unida a una ceguera e ineptitud notables, nos esta poniendo en situación de alto riesgo de una forma que resulta totalmente irracional. Y unido a la corrupción generalizada como forma de control de una minoría sobre la mayoría, conduce a abismos de pobreza totalmente evitables. Mientras esto sea así, l la parte más débil del sistema lo tenemos francamente dificil. Solucionar el drama de la precariedad social de la mujer y por extensión de los niños pasa por una regeneración profunda de los organismos internacionales que nos rigen, así como de los países que los integran. Como me gusta decir, si no lo hacen por caridad o sentido común que lo hagan por egoísmo, si los mercados se agostan se hunde el sistema, y no hay mercados donde domina el hambre y la injusticia, por no hablar del fin de las materias primas. Las Union Trade siguen estando ahí desde hace más de 150 años son el Leviatán del mundo moderno y a todos nos afecta. La gran ventaja que tenemos hoy respecto a ayer, y lo digo con todas las cautelas, es la inmediatez de las noticias de forma global ,cada vez es más difícil ocultar mentiras en un mundo cada día más vigilado, y cada día crece la solidaridad como valor en alza en la escala humana

1 comentario:

  1. Interesante texto.Buena noticia la entrega del Nóbel a tres mujeres con un trabajo admirable en pos de la igualdad

    ResponderEliminar