domingo, 6 de diciembre de 2015

SOPLAN VIENTOS DE GUERRA.EL VOLUNTARIADO COMO CONTRAOFENSIVA

Vientos de guerra.....dice el poema.
Malo,peor,horrible.
Ese desideratum terrorífico que es la aniquilación violenta,siempre presente,al acecho,lejos de culpables e inocentes,la guerra invocada y justificada por Furias y Erinias.
Es decir,la guerra como fin en si.
El mejor aliado posible,la estupidez criminal aliada a la banalidad del mal,al decir de Arendt.
Estamos en una carrera desenfrenada hacia ninguna parte,guiados por pastores que incitan a los borregos a precipitarse hacia el abismo.Recordemos a Lorenz.
Hace muchos años,paseaba por el muelle de Las Palmas,me gusta ver los barcos,cuando ví a un anciano sentado en una banqueta,con pinceles y tela,recreando el paisaje,era W.Churchill,personaje conservador donde los haya,mediocre historiador,muy parcial.Oficial en la Guerra de los Bóers,donde se inauguró, a mayor gloria del colonialismo salvaje, el primer Campo de Concentración humano en su moderno concepto.
Pero tuvo su momento de gloria en la II Guerra Mundial,aliado de Naciones y personajes más importantes que él.
Viene a cuento el citarle por el aluvión de personajillos conservadores crecidos a su imagen y semejanza desde entonces,solo que,a cada cual lo suyo,estos son bastante más incapaces.
Pero han visto la ocasión de su vida,y de sus votos,sumándose a la histeria de las banderas,las lanzas y los misiles.

La vieja historia,el viejo cuento de miedo, combate a enemigos fuera y no verán a las ratas en las alcantarillas,las de las epidemias de cólera.

En las cavernas,tiempos pretéritos,se vivía para protegerse de los depredadores y del frio,se mataba para alimentarse.
Hora es de no comparar más a cavernícolas con estos de ahora,en los primeros se comprende el fin,en los segundos es injustificable la guerra por la guerra,a mayor gloria de los cadáveres vivientes que son los que la instrumentalizan.

Dice Mandela que no existe arma más efectiva que el conocimiento y aprendizaje.
Dice también que nadie nace odiando,y de la misma forma que aprendemos a odiar podemos aprender a amar.

Y esto ha dejado de ser una utopía,porque cada vez más personas son conscientes de esta realidad posible.
Siempre habrá imbéciles estructurales que prediquen la cruzada de turno,pero somos ya mayoría los que nos oponemos abiertamente a sus excesos criminales y sus consecuencias asesinas.
Basta un repaso por los años transcurridos desde la II Gran Guerra,para ver como hemos cambiado,con que fuerza rechazamos los viejos esquemas de los asesinos habituales.

Ahora el Voluntariado tiene un Día Internacional,algo impensable hace no muchos años.
Se nos oye,se nos necesita,posiblemente somos una compañía indeseable para los acólitos de la miseria,pero ahí estamos,y continuaremos .

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