Acabo de leer un buen artículo de V.Navarro sobre los sucesos de Baltimore.
Solamente una pega,bueno sería,muy bueno,que se comience a llamar a cada cosa por su nombre.
Una de las palabras más execrables y mentirosas del lenguaje es "raza",algo que nunca existió, que forma parte de la campaña colonialista, inventada para justificar el expansionismo de una Europa pretendidamente cristiana y sus subsecuentes exterminios.
Erradicar del lenguaje y la mente esta palabra, supondrá un avance gigantesco en el proceso de entendimiento mutuo de todos nosotros.
Ayer quise escribir sobre las noticias del día,pero la ira es mala consejera,y me salía por los poros,la apacigué con grandes sesiones de música,que siempre atempera el espíritu.
Involución como forma de gobierno,la que venimos sufriendo desde hace años en esta tierra,la tercera,si la memoria no falla,aunque ninguna tan abierta,torticera,infame,inmoral y criminal como la actual.
Una manada de carroñeros,ávidos de riqueza,pisoteando DDHH,sin disimulo,a lo bestia.Nunca he visto ni he sabido de tal cúmulo de mentiras en pos de un fin tan evidente,afanar,robar,expoliar,despojar.
En DDHH,estamos a la cola de esa Europa,enferma terminal,que tanto se apoya en este gob.infame.
Grande mérito es,porque alemanes y sus siervos se han convertido por hazañas propias en adalides de la iniquidad.
El resto,unos por necesidad,la mayoría por ser tan corruptos como ellos,les secundan como los carroñeros al jefe de la manada.
Cuando nació la Europa de J.Monet,algunos,ingenuos de nosotros,lo vimos como la gran posibilidad de acercamiento entre pueblos destrozados por siglos de muerte.
La gran esperanza para un futuro en paz.
Pero los hechos precedentes hicieron que el camino estuviese sembrado de minas anti personas,
Los mercaders invirtieron el orden del proyecto,primero dinero,fronteras económicas,después,Europa social,unidad fiscal.
Simplificando,pusieron las piernas antes que el corazón y así,es evidente,nada marcha,a lo sumo dos pasos,los de la inercia.
Con este panorama,ignoro de donde diablos vamos a sacar lo necesario para ayudar a otros, y formar parte de un mundo necesariamente interdependiente.
Recuerdo,los tengo grabados a fuego,los textos de Max Weber y Hermann Kelman,cuando los estudié hace ya muchos años,deseé que no se cumpliesen algunos pronósticos,que fuesémos capaces de superar realmente el pasado.
A día de hoy he de inclinarme ante la evidencia.
No me resigno,no la acepto,pero voto a bríos que el trabajo es arduo y el camino en cuesta.
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