lunes, 7 de abril de 2014

LOS CRÍMENES DE CADA DÍA 2

Existen muchas formas de matar,de dar muerte a los seres humanos.
No hablamos del ciclo de vida natural,cita a la que acudiremos todos.
Hablamos de la muerte antes de tiempo,antes de que llegue su hora,de millones de seres humanos.
Terrible es la muerte física,pero no infravaloremos la muerte del espíritu.
Cuando leo sobre las convulsas elecciones en algunos países.
Cuando me desespero por la larga agonía del pueblo palestino,prisionero de los intereses de otros.
Cuando leo sobre la paulatina degradación de la sociedad israelí,aún y a pesar de los héroes que cada día arriesgan su vida, en la búsqueda de una solución de PAZ para la zona.
Cuando en fin,hablamos de casi toda África,parte de América,Asia y Europa,lo que más aprecio es la destrucción de los espíritus,robándoles la esperanza,la ilusión y los sueños.
No hay leyes claras para castigar a los devoradores de espíritus,a los destructores de generaciones de jóvenes a los que se les cercena cualquier posibilidad de un futuro,y también un presente,vivido con dignidad.
Por contra,el espectáculo de los pedruscos y excesos suntuarios de esa caterva de nuevos ricos mezclados con las familias de "siempre", que no tienen la más mínima duda en prostituirse de todas las formas posibles,como digo,ese espectáculo es de lo más nauseabundo que darse pueda.
Máxime cuando  la muerte en directo es algo cotidiano en todos los medios audiovisuales.
La deriva del mundo es cada día más peligrosa,y algunos ayudan con entusiasmo a que así sea.
Ignorancia,fanatismo,hambre y guerra son los Jinetes del Apocalipsis al día de hoy.
Y mientras el mal avanza,aquí están algunos cretinos,soliviantando a todos con sus mentiras de libro y su inmensa estupidez,que bien estaría si repercutiese solamente en sus actos,pero es que en su caída arrastran a muchos,muchísimos,y esto es lo que no podemos permitir por un minuto más.


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