Vaya por delante que lo que escribo lo viví en directo en distintas etapas de la andadura personal.
Cuando llegué a estudiar a Madrid,hace de esto muchos años,dos cosas llamaban la atención,la gran suciedad de la ciudad y los montones de ruinas de la Guerra.
El Alcalde era un florón,hijo de Romanones,no hacia nada,no al menos que se notase.
La ruinas impactaban mucho, viniendo de las Islas,donde la Guerra no se libró en las calles,donde todo era más soterrado,el ver aquel escenario de tragedia y pérdida impresionaba.
No mucho tiempo después,comenzó a hacerse evidente un proceso de retirada de escombros,era una contrata conseguida por un judío polaco,Koplovitz que,a cambio de quedarse con todo lo que hubiese entre los cascotes,retiraba toda aquella masa de tragedias sepultadas.
Recuerdo,siguiendo la tradición familiar,haberme parado más de una vez a admirar rejerías impresionantes pendiendo de fachadas que se mantenían en pie contrariando las leyes de la gravedad.
Ese fue el origen de la fortuna.
Años más tarde,siendo Enrique Tierno Galván Alcalde,persona a la que me unió una cordial amistad,con el entusiasmo democrático que vivíamos muchos, propuse recuperar las naves industriales de orilla del Manzanares.Siguiendo a la Institución,la idea era restaurar y habilitar tantos miles de metros,para construir un gran espacio cultural, donde los artistas sin medios económicos pudiesen trabajar gratuitamente y a cubierto.Enrique del Moral era el Concejal de Cultura,también le recuerdo con afecto.
Preparamos un borrador general y comencé a bosquejar el presupuesto mínimo,imposible de llevar a cabo si no era con mecenazgo.
Un día,en el Ayuntamiento,un buen amigo me llamó aparte para comentar la situación,en Urbanismo no habría el más mínimo apoyo,aquellos ladrillos eran de los mismos que llevaban años repartiendo sobres mensuales entre el equipo de Urbanismo,creo que fue la primera vez que me topé de bruces con la corrupción.
Hablamos con algún técnico sobre la situación,persona con la que teníamos una relación laboral fluida.Nos explicó que esos sobres eran esenciales,no se podía renunciar a ellos,te señalaban,tampoco se podía denunciar,el Ayuntamiento quedaría en evidencia,única solución,renunciar y mirar para otro lado.En resumen,el Ayuntamiento estaba en manos de un privado.Hablamos e intentamos encontrar soluciones,imposible.
Tierno se quedó anonadado,cuando supo parte de la historia,no quisimos entrar en detalles.
Solo restó renunciar a las hermosas naves industriales y a la república de la cultura que intentamos instaurar.
Con el tiempo te enteras de todo,aquellos solares estaban ya repartidos entre los del ladrillo,demoler,recalificar y construir,a cambio, dejar un pequeño espacio para actividades culturales,la Arganzuela.Y así se hizo.
Años después,ya fuera de la actividad política,me contaron que el sobre seguía vivito y coleando.
Ahora hablamos del agua,un bien imprescindible y vital para los humanos.Hoy,Alcazar de San Juan le ha ganado la partida a los sobres de turno,y me alegro mucho por ello,pero en otros muchos lugares,el sobre esta ya estrechamente ligado al control del agua.
El mismo largo,floreciente negocio familiar continua impertérrito a través de regímenes políticos y partidos diversos,aunque,al estilo de Orwell,unos más que otros.
Es descaradamente llamativa la forma en que estos sucedáneos de sabandija se siguen repartiendo nuestra hacienda y nuestros medios.
Creo que todos estaremos de acuerdo en que es muy sano refrescar la memoria de la gente y ponerla en antecedentes de las canonjías ad infinitum que siguen lastrando nuestra realidad.
A galopar!!
P.D. Ninguno de los que trabajamos en la idea cobramos nunca nada por nuestro trabajo,como dije,eran los años del ardor democrático.
P.D. Ninguno de los que trabajamos en la idea cobramos nunca nada por nuestro trabajo,como dije,eran los años del ardor democrático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario