Finalmente,como ejercicio voluntarioso de volver al análisis,he leído el Programa de Podemos.
A través de múltiples comentarios,noticias y seguimiento actividades ya tenía una idea aproximada pero en rigor,si quieres opinar sobre cualquier tema has de conocerlo bien.
Nada que objetar a lo expuesto en sus 36 páginas.
Algunos de estos temas ya han sido tratados durante siglos por notables pensadores,otra cosa es la aplicación práctica de estas ideas.
Los fines éticos son evidentes.
Respecto a las propuestas económicas,otro tanto, ya se han dado en el pasado con éxito variable.El aplicarlas ahora sería un notable esfuerzo por enderezar tanto camino desviado.
Respecto a los que denuncian que la eliminación del pago de deuda lleva a la desintegración del sistema,pues no,no se trata de anular,el argumento es renegociar en mejores condiciones para los deudores,algo que se hace continuamente en todos los campos.
La famosa quita es una práctica habitual sobre todo en los sistemas democráticos más corruptos.
Algunos llevamos años hablando de esto,de la aberración económica que supone la política de austeridad, tal y como se aplica en Europa,a los hechos me remito,y por último,y no menos importante,la connivencia criminal entre gobiernos políticos e instituciones financieras.
El Programa tiene elementos utópicos hoy por hoy,por supuesto,algo a lo que los proyectos políticos nos tiene acostumbrados,pero no son tantos los elementos diferenciadores,muchos están ya incluidos en Leyes y Decretos,otra cosa es que se cumplan,algo que no practican.
Los partidos en su mayoría tienden a ningunearlos,desvirtuarlos o,directamente, a asfixiarlos.
Se comprende bien el paroxismo que recorre el entramado político,caduco y desvirtuado,de la Partitocracia actual.
Un sistema Republicano Federal,Presidencialista, es la apuesta constante,iniciativas como esta pueden ayudar mucho a conseguirlo.
Lo tienen difícil,muy difícil,pero tienen a su favor la náusea total que produce el mercadeo presente.
Que los hados les acompañen y domine el sentido común,ya saben,el menos común de los sentidos.
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