Hace unos días escribía sobre el necesario repaso al año que termina,pero veo que es totalmente innecesario.Más de lo mismo en todo,a veces aumentado,degradado,si esto es posible,y tergiversado.
En la noche obscura del Invierno,nuestros antepasados conjuraban a los espíritus y dioses con ceremonias en las que la luz era la protagonista.El miedo y la incertidumbre de que no volviera el sol debía de ser terrorífico.En base a esto nacieron muchas creencias que aún perviven.
Me sumo desde siempre a los que reciben el Invierno y sus festejos como un tiempo de reflexión y recogimiento,de introspección.
No acepto la imposición de divertirme por decreto,de gastar 10 por lo que valdrá 5 en unos días.Tampoco el gasto excesivo.
Moralmente no puedo evitar pensar en los que sufren guerras,hambre e injusticias.Con estos parámetros resulta imposible irse de farra,como dicen en Canarias.
Conozco bien que esta no es una posición popular ni políticamente correcta,pero ahí esta.
El Tiempo no existe,tampoco la obscuridad dura para siempre,el sol vuelve y nos conforta.Eso es lo que me vale de los Solsticios.
Dentro de este esquema si que me gustaría algo,que la noche se lleve en un torbellino a todos aquellos que de una forma u otra no contribuyen al bienestar de todos.A todos los tiranos,de distintas tiranías,que en el mundo son.
Paz.
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