lunes, 13 de noviembre de 2017

MUERTE EN EL MAR.EL NAUFRAGIO DE OCCIDENTE.2015


lunes, 20 de abril de 2015


MUERTE EN EL MAR.EL NAUFRAGIO DE OCCIDENTE

El mar,el agua, es bellísima,nos da paz,ilumina el espíritu,pero nuestras acciones lo convierten en una inmensa tumba.
En tiempos pretéritos,guerras,tormentas y muchos desastres naturales sembraron de muerte sus profundidades.
Estás en el agua limpia y transparente,frente  a Chipre,en la franja marítima de Libia,en el Delta del Nilo,y parece imposible que el mal exista.
Un pie se te engancha en un trozo de ánfora romana,un  metal lleno de herrumbre,unas tablas traídas por las olas,y retornas a la realidad,la realidad del mal,que no del mar.
La belleza siempre esta ahí,pero la voracidad humana altera el ciclo vital,añade más y más muerte a la natural en el proceso de la vida.
Reuerdo,y acabo de verla,la costa turca frente a Chipre en años de gran tensión política,parecía imposible que allí sucediese nada malo,cierto es que era muy joven y todavía pensaba en la Justicia como una certeza.
Paseaba por la franja de tierra a orillas del Mediterráneo en Libia,y aún y a pesar de que la Revolución gadafista ya estaba instaurada,parecía imposible que aquella belleza se alterase.Continuaba siendo muy joven.
Asistes al descubrimiento de una gran estatua faraónica en el Delta,bajo unos cañizos la figura descansa.Nasser controla,todo parece inamovible,pero es solamente en la superficie,más lejos,las tensiones religiosas se mueven anunciando nuevas muertes.
Ayer,anteayer,unos infelices que huían de nuevas barbaries excluyentes,se hundieron en esos mares que tanto han supuesto para nuestro proceso civilizatorio durante miles de años.
Invasiones,piratas, saqueos constantes,todas llegaron por esos mares que tanto fascinan nuestra imaginación.
El peso de los cuerpos de las víctimas habrá hundido un poco más el fondo marino,cubierto ya por los caparazones de múltiples pecios y sus cargas de muertos y mercancías.
No hay consuelo para la muerte,menos aún cuando es la muerte de inocentes.
En unos tiempos en que la muerte y la degradación humana se ha convertido en espectáculo de televisión,cabe preguntarse si tiene objeto un mundo que ensalza al criminal y ningunea y explota a las víctimas.
Justo es añadir que los principios éticos no siempre son coincidentes,pero si aproximados.Y en función de estos parámetros no podemos,no debemos, seguir admitiendo como normalidad lo que es bestialidad sin más.
La UE,en su cínica y desvergonzada prepotencia, trufada de criminal complicidad,demuestra,otra vez,que ni quiere ni le interesa resolver la tragedia provocada por las guerras de las que es cómplice activo desde hace mucho tiempo.
Mientras necesitó mano de obra barata, bien que dejó pasar a los explotados de su propio colonialismo.
Ahora,cuando pintan bastos,pues no,que se hundan en el mar,que se las arreglen como puedan los títeres  que en nombre de Occidente controlan el exceso como forma de vida.Lo mismo da que sea en México,Colombia,Arabia Saudí,Israel,Pakistán o Indonesia,todo es lo mismo.
A pesar de las bellas estrofas de Blas de Otero,"Nos queda la palabra..."dicho en el contexto actual,la palabra se pierde en el rumor de las olas que arrastran los cadáveres hacia la orilla.
Ya ni la palabra se oye en el reflujo de la ola.
Escribo desde el naufragio,que diría otro poeta,el naufragio moral que produce la impotencia de no poder ayudar a evitar tanto crimen impune.
No es la primera vez que lo hago,no es plato de gusto,pero mi más total y firme maldición hacia todos aquellos que permiten que esto siga sucediendo,sentados en sus poltronas hechas con la piel de tantos inocentes.
Toda mi empatía,afecto y solidaridad con las víctimas de todos estos crimenes,estén donde estén

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