sábado, 2 de agosto de 2014

ESTADO DE PALESTINA.1 AGOSTO 2014.DECLARACIÓN INSTITUCIONAL


Estado de Palestina

Ministerio de Relaciones Exteriores

Declaración Política

 

"El evidente fallo moral en las posiciones adoptadas por varios países no va a disuadir al pueblo palestino ni a sus dirigentes de recurrir a todos y a cada uno de los recursos legales y políticos disponibles para asegurar que los responsables de los crímenes contra nuestro pueblo sean juzgados. Palestina no escatimará esfuerzos para activar y perseguir todos los mecanismos internacionales disponibles para lograr ese objetivo”.

 

A pesar del dolor, el luto y las pérdidas, Palestina se mantiene luchando. El pueblo palestino permanece con la frente en alto, negándose a rendirse ante la humillación, el asesinato y la injustificada destrucción que se lleva a cabo por el racismo y se alimenta por el fracaso rotundo de la moral y por la irresponsabilidad internacional.

Más de 1.036 vidas palestinas han sido cegadas; otras miles han sido heridas, lastimadas con pérdida y dolor. Son más de 300 niños los palestinos muertos durante la constante agresión de la ocupación israelí en la Franja de Gaza y en todo el territorio palestino ocupado. En promedio, un niño es asesinado cada dos horas.

Se trata de una tragedia humana que persiste. Al menos 150 cadáveres han sido recuperados hasta el momento en la búsqueda incesante en distintos barrios reducidos a escombros por los indiscriminados bombardeos. Las escenas de devastación, destrucción y muerte masiva son testimonio del fracaso vergonzoso de la comunidad internacional de proteger y defender los principios y valores que proclama.

El Consejo de Seguridad, en su quinta reunión durante este ataque, adoptó una declaración presidencial sobre la situación en la Franja de Gaza. Mientras Palestina acoge con satisfacción esta unánime petición de un alto al fuego, considera que esta declaración está muy lejos de las responsabilidades que incumben al Consejo de Seguridad de

 

proteger la paz y seguridad internacional, así como del principio de la Carta de las Naciones Unidas.

La declaración tampoco aborda las causas subyacentes de esta escalada: la persistencia de la ocupación israelí, la negación de los derechos palestinos básicos, y la deshumanización y demonización de los palestinos a manera de justificar la brutalidad. Ciertamente el Consejo de Seguridad una vez más fracasa en proteger los derechos y las vidas de los palestinos de los ataques viciosos llevados a cabo con impunidad y beligerancia por Israel, la potencia ocupante,

El Consejo de Seguridad tiene el deber inequívoco de frenar la agresión israelí, así como abordar las causas subyacentes y fundamentales para esta continua tragedia, que son, el continuo asedio inhumano, ilegal de Israel sobre la Franja de Gaza y de manera más amplia, la permanencia de la ocupación israelí y su negación injustificada del derecho inalienable del pueblo palestino a la libre autodeterminación e independencia. Además, el Consejo es responsable por obligación de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, de lograr la rendición de cuentas por los crímenes a amplia escala cometidos contra nuestro pueblo.

La tragedia que se desarrolla en la Palestina ocupada no es un secreto guardado. De hecho, ningún estado puede reclamar que no es consciente del asesinato a gran escala que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino. Hemos suministrado los nombres de las víctimas, las fechas de su muerte y sus edades al Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, a los Estados miembros y a otros actores.

La lista es larga, desgarradora y sigue creciendo. Familias enteras como Abu Jame' y Al-Hilou, Al-Batsh, Al-Najjar y docenas más, fueron masacrados por las tropas invasoras israelíes; Hasta ahora, 285 miembros de familias enteras resultaron muertos durante estos atentados. Estos hechos y las imágenes que los acompañan deben perturbar cualquier conciencia en el mundo. Más pertinente, el no condenar claramente las matanzas de niños y los ataques directos contra los civiles; es nada menos que una traición a los principios de derechos humanos bajo los cuales se fundó el sistema internacional.

La comunidad internacional, incluyendo las Naciones Unidas, tienen obligación de intervenir de inmediato para proporcionar protección al pueblo palestino, detener los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que está cometiendo Israel en la franja de Gaza. Esto no es opcional; es la piedra angular del derecho internacional.

Además, mientras estos crímenes atroces continúan, Israel, la potencia ocupante, continúa recibiendo asistencia financiera y militar que le permite y anima a continuar llevando a cabo estos crímenes contra civiles en la Franja de Gaza.

Esta asistencia debe estar condicionada al respeto por Israel al derecho internacional y/o las obligaciones que conlleva; condiciones que ahora claramente falla y no cumple. Por lo tanto, no hay ningunfundamento moral o jurídico para que esta asistencia continúe, ya que solo le permite al ejército de ocupación israelí asesinar a civiles.

Ante acumuladas evidencias de atrocidades y crímenes de guerra, algunos gobiernos siguen refiriéndose al tan mencionado llamado derecho de Israel a la autodefensa, restándole valor a los principios de derechos humanos, que se supone son universales. Más peligroso aun, estas declaraciones que dan crédito a engañosas afirmaciones israelíes y la animan a seguir cometiendo sus crímenes contra civiles inocentes.

Esas declaraciones ignoran además, que Israel es una potencia ocupante y que su argumento de defensa propia y otros pretextos falaces carecen de base legal dentro de los límites del derecho internacional humanitario que Israel está violando.

Las normas de ocupación prohíben a una potencia ocupante iniciar actos armados contra el territorio que ocupa y excluye el uso de “defensa propia" como justificación de la acción militar en el territorio donde ese estado es responsable como ocupante. Además, las acciones de Israel violan las normas fundamentales de derechos humanos y derecho humanitario y no pueden justificarse sobre la base de defensa propia o necesidad. Por lo cual, Israel no puede justificar su ataque contra los civiles palestinos basado en el derecho de defensa propia de acuerdo con  el artículo 51 de la carta de las Naciones Unidas y por lo tanto debe actuar de acuerdo con las leyes que regulan la conducta de las hostilidades.

 

La falta de respeto a estos artículos y disposiciones y juzgar a las actuales transgresiones israelíes dentro de su contexto; es equivalente a no menos que un aval a los atroces crímenes cometidos contra nuestro pueblo y un estímulo para que continúe sus crímenes con descarada impunidad. En efecto, estas posiciones socavan los cimientos sobre los cuales se fundó el sistema internacional y elimina cualquier credibilidad del sistema de la universalidad de los derechos humanos.

La voluntad de la mayoría de los Estados es clara y se encuentra en contradicción directa con la campaña de muerte y destrucción israelí contra el pueblo palestino. Muchos gobiernos han expresado su posición, que está en concordancia con la voluntad de sus pueblos, así como con el derecho internacional reflejado en las declaraciones y los principios universales de los derechos humanos.

Lamentablemente, muchos otros gobiernos han ignorado deliberadamente el derecho internacional y los derechos humanosadoptando posiciones que directa o indirectamente, brindan el apoyo a estas atrocidades, en contra de la voluntad de sus pueblos, que tienen que salir a las calles en masa para exigir el fin a la agresión israelí. Esta contradicción no es comprensible ni justificable. Otros incluso han ido más lejos apaciguando a Israel, garantizando su protección de ser cuestionada por crímenes de guerradocumentados.

El sufrimiento desmedido que ha sido impuesto a nuestro pueblo por Israel, siendo la potencia ocupante, es la consecuencia directa de décadas de fracaso de la comunidad internacional en asumir sus responsabilidades y asegurar que el estado de derecho, la justicia y la rendición de cuentas sean los sólidos cimientos sobre los cuales debe construirse la paz en la región. Sin embargo, a pesar de este fracaso y decepción, estamos seguros de que nuestra cita con la libertad y con un futuro digno y próspero está cerca.

Además, el desliz moral evidente en las posiciones adoptadas por varios Estados no deberá disuadir al pueblo palestino y su liderazgo de perseguir cualquier recurso legal o político disponible para asegurar que los responsables de crímenes contra nuestro pueblo sean juzgados.

 

Palestina no escatimará esfuerzos para activar y perseguir todos los mecanismos internacionales disponibles para lograr ese objetivo”. El pueblo palestino está de luto y una vez más, se prueba su fe en las normas internacionales, dada la flagrante escena de doble moral y absoluta hipocresía. Sin embargo, este digno pueblo no está solo.  Seguirá su marcha hacia la libertad, fortificado por nuestra unidad y por las muestras de afecto cristalizadas por el apoyo moral de la mayoría de los pueblos que se niegan a aceptar esas humillaciones e injusticias y están con nosotros para enfrentar las prácticas que contradicen los principios de esa humanidad que nos une.

No hay comentarios:

Publicar un comentario